Cristo de la Luz

Cristo de la Luz

jueves, 26 de noviembre de 2015

El Poder de la Belleza

El domingo pasado, 22 de noviembre, fue Santa Cecilia, que para los que no lo saben, es la patrona de los músicos. Como en mi familia todos somos músicos, es un día muy señalado. Toda la semana previa, en el Conservatorio donde trabajamos se organizan actos especiales en honor a Santa Cecilia, por lo que mi esposa, mis hijos y yo siempre tenemos un enorme ajetreo, entre los ensayos y los conciertos. Ciertamente me es muy grato que se siga celebrando a esta gran santa en el Conservatorio, a pesar de los intentos de los políticos liberales de borrar todo vestigio religioso de la vida pública. Por simple inercia cultural se sigue haciendo, porque es lo que siempre se ha hecho, pero dudo mucho que los responsables de la dirección del Conservatorio conozcan la historia de Santa Cecilia. Si la conocieran, mucho me temo, conociendo su ideología anticlerical, las celebraciones en su honor cesarían muy pronto.

Dado que es altamente improbable que lean esto, diré que Santa Cecilia es una mártir de Roma del siglo III de nuestra era. Hizo voto de virginidad, pero sus padres le obligaron a casarse con Valeriano, un noble romano. Durante su boda, mientras tocaban los músicos, Cecilia "cantó en su corazón a Dios"; de ahí viene su patronazgo de la música. La noche de bodas, Cecilia contó a su esposo su voto de virginidad, diciendo que si osaba consumar el matrimonio, un ángel de Dios le castigaría. Valeriano pidió ver el ángel, a lo que Cecilia le mandó caminar por la Via Appia y bautizarse por el Papa Urbano. Al cumplir sus instrucciones Valeriano pudo ver el ángel al lado de su esposa, que la coronaba con rosas y azucenas. Ambos fueron martirizados, por el crimen de enterrar a otros mártires cristianos. Cecilia recibió tres hachazos en el cuello que la dejaron desangrándose durante tres días en su casa. Hoy, 1800 años más tarde, su cuerpo está incorrupto en la Iglesia que lleva su nombre en Roma. No hay ningún caso de incorruptibilidad durante tanto tiempo como este. [1]

Como decía, el domingo pasado fue Santa Cecilia, y por este motivo unos compañeros del Conservatorio y un coro se unieron para tocar y cantar en la Misa de las 12 en la Catedral. Mi esposa me sugirió que fuéramos a esta Misa, ya que nos "tocaba" ir a la Misa moderna. Ella no comparte (aún) mi pasión por la Misa Tradicional, por lo que tenemos un pacto: un domingo a la Misa moderna y el siguiente a la tradicional. Normalmente cuando asisto a una Misa moderna, tengo que emplearme al máximo para aislarme de lo que ocurre a mi alrededor. Con mi Rosario en mano, intento centrarme en rezar, a pesar del bullicio y las distracciones del rito modernista. Sin embargo, el domingo pasado en la Catedral la experiencia fue muy distinta.

Fachada de la Catedral de Murcia
Interior de la Catedral
 Para empezar, el lugar inspira pensamientos divinos y eleva el alma hacía Dios. La magnificencia de la arquitectura me hablaba de la gloria de Dios y las columnas apuntando al Cielo me decían ¡Sursum corda! Si mis lectores aún no han estado en la Catedral de Murcia, y si alguna vez tienen la oportunidad de visitarla, se lo recomiendo vivamente. Casi todos se fijan en la recargada fachada barroca-tardía, pero a mí lo que siempre me ha impresionado es el interior. No es de las catedrales más grandes de España, pero a mi juicio, tiene unas proporciones y una simetría bellísimas. La luz que se filtraba por las hermosas vidrieras que representaban la vida de Cristo, me parecía realmente celestial. ¡Cuánto ayuda tener un templo tan bello para la oración! Uno pone el pie en un lugar así y enseguida sabe que está pisando suelo sagrado. Es difícil no darse cuenta de que ese templo fue construido para un solo propósito: el sacrificio eucarístico. Todo fue por amor a Dios, presente en el altar, verdadero centro de cualquier iglesia católica. El empeño que pusieron los católicos de otros siglos en levantar un edificio semejante, con un coste material tan alto, me hace pensar que yo también tengo que sacrificar algo por Él.

La monstruosa iglesia de Santa Bernadette, Francia
¡Qué diferencia con los templos modernos! No conozco ni una sola iglesia construida en los últimos 50 años que refleja el verdadero amor a Dios, que transmite la verdadera fe católica. Cualquiera de las que conozco podría servir perfectamente como mercado cubierto o pabellón deportivo y en nada desentonaría. No es que ahora se escatima en gastos; de hecho, los templos modernos suelen costar un dineral. Tampoco es cuestión de tamaño; hay neo-iglesias enormes, capaces de albergar "eventos" multitudinarios. Es algo más esencial: se nota que falta la reverencia, la adoración profunda, que antaño inspiraba a los hombres creyentes a construir tan bellas iglesias.

Aparte del entorno físico estaba la música. El órgano Merklin, restaurado hace 7 años, sonaba a gloria, llenando cada rincón de la Catedral de sonido. Realmente no haría falta ningún otro instrumento aparte del órgano, ya que este instrumento es capaz de producir una variedad casi infinita de sonoridades; desde el lejano susurro de una flauta, hasta el estruendo de una trompeta. Cuando se sabe sacar provecho de un buen órgano, la experiencia es mejor incluso que oír una orquesta sinfónica. Durante la comunión el coro y los solistas interpretaron Panis Angelicus ("pan de los ángeles") del genial César Franck. Debo reconocer que me emocioné. ¡Si en vez de una Misa moderna, hubiera estado en una Misa Tradicional, no creo que hubiera soportado tanta belleza! Quizás el Señor me hubiera arrebatado al Cielo, en un estado de éxtasis.

El órgano Merklin de 1857
Reflexioné después sobre el poder de la música, tanto para bien como para mal. En mi último artículo, La Música del Diablo, hablé de las raíces satánicas de la música Rock y todos los géneros derivados. Los estilos que proceden del Rock ejercen una influencia nociva sobre quienes los escuchan, sobre todo los jóvenes. Estas músicas estimulan las bajas pasiones, y ponen una barrera entre las almas y Dios. Por lo contrario, la buena música actúa como un limpiacristales; va quitando la suciedad en la ventana del alma, para que traspase la luz divina. Naturalmente, saber apreciar la buena música por sí sola no es suficiente para salvarse, pero sí predispone a recibir la gracia. Una persona que está rodeada de fealdad y ha querido llenarse de ruido (la mayor parte de la música Pop que se escucha hoy en día no se puede calificar de otra manera), está insensibilizada ante la belleza. Preferir la fealdad a la belleza es una actitud diabólica, parecida a preferir el mal al bien o preferir la mentira a la verdad. La belleza es siempre un reflejo de Dios, por tanto un rechazo deliberado de la belleza normalmente va acompañado de un rechazo de Dios.

Los que habitualmente escuchan música Pop, para poder apreciar la buena música, tienen que pasar por una fase de desintoxicación. Es como las personas que no saben comer bien, cuya idea de una buena comida es un menu Big Mac de cierta cadena de comida rápida. ¿Cómo podrán degustar un vino Rioja, si están acostumbrados a beber Coca-Cola en un vaso de papel a través de una pajita? ¿Cómo podrán saborear una paella de marisco, si su idea de un manjar es una hamburguesa ahogada en ketchup, dentro de un panecillo acartonado? Evidentemente, hay que educar a los niños, no sólo académicamente, sino en los hábitos de vida, que tienen una importancia capital. Hay que enseñarles a comer bien, vestir bien, hablar bien, y a reconocer y apreciar la belleza. No hablo de gustos; algunos son amantes del flamenco, otros no lo soportan, pero no hay nada malo en eso. Algunos son más de música clásica, otros prefieren la música popular (en el sentido tradicional, no la música Pop). Lo imprescindible es evitar la música mala, la música del Diablo.

Para edificación de mis lectores, y como homenaje a Santa Cecilia, propongo algunos vídeos musicales que me parecen de una belleza realmente sublime. La música que más me llena es la clásica, y cuando la música clásica tiene como fin la alabanza a Dios, como en estos ejemplos, me llena doblemente.


 NOTAS

[1] Para los que se interesan por los casos de incorruptibilidad entre los santos, recomiendo el libro "The Incorruptibles", de Joan Carrol Cruz. Los que no leen en inglés podrán al menos leer este artículo que escribí hace un año sobre dicho libro.

martes, 24 de noviembre de 2015

Terror en París: de Jesucristo Rey al Estado Policial

Fuente: The Remnant. Artículo original.



Michael Matt habla de la verdadera conspiración: la apostasía y la destrucción del elemento humano de la Iglesia Católica, que está abriendo el camino a la desestabilización de lo que antaño era la Europa Cristiana, y sembrando el caos por todo el Nuevo Orden Mundial. Sin embargo, hay esperanza, según Michael.

El futuro de Francia y de toda Europa depende de la proclamación de la soberanía de Jesucristo, y esto está empezando ahora mismo. Es un momento de gran oscuridad, sí, pero siempre la oscuridad es mayor justo antes del amanecer. La Iglesia se alzará de nuevo, y aquí está la prueba.

¿Y mientras tanto? Cristo o el caos. No hay nada en medio. Están perdiendo el control de su querido Nuevo Orden Mundial. ¿Ahora qué? Michael Mattt tiene unas cuantas sugerencias.




RESUMEN DEL VÍDEO:

Quiero expresar nuestras condolencias y ofrecer nuestras oraciones por las víctimas del ataque terrorista en París. Para mí la situación es particularmente dolorosa; primero, porque he estado en muchas ocasiones en dicha ciudad con motivo de peregrinaciones; en segundo lugar, por la respuesta tan insulsa de los políticos liberales. En lugar de recordar a los católicos de Francia de necesidad del arrepentimiento y la conversión a Jesucristo, sólo han pedido a los franceses que confíen en el gobierno de la nación y en sus fuerzas armadas. Francia ha rechazada su título de Hija Primogénita de la Iglesia.

¿Qué hubiera pensado de esto el mártir San Denis, obispo de París en el siglo III? Este gran santo, tras ser decapitado por su fe, tomando su cabeza en sus brazos, anduvo unos 8 kilómetros hasta Montmartre, predicando una homilía sobre el arrepentimiento. Arrepentimiento. Esto es precisamente lo que no se ve en Europa. Oímos mucho sobre la necesidad del control de las armas, del gaymonio, más tolerancia para las perversiones, más acceso libre al aborto, etc. Pero nada sobre el arrepentimiento. Ni siquiera se reza por los muertos. Europa está en una época que ya no se puede llamar post-cristiana, sino más bien anti-cristiana. Europa está en guerra contra Cristo.

Estas masacres continuarán. Los neo-cons quieren una guerra perpetua. Esto, añadido a la inmigración descontrolada que fomentan los ultra-liberales, crea una situación altamente explosiva, que dará como consecuencia un estado policial, si quieren mantener alguna semblanza de orden en las grandes ciudades europeas. Y que nadie se engañe; llegará antes o después a los EEUU.  Nos llaman"racistas" por pedir que se controlen las fronteras. Las monjas que me educaron me decían que cuando vives en un estado de pecado habitual, pierdes hasta la capacidad de razonar correctamente. Esto es lo que ha pasado en Europa. La gente ya no razona.


Algunos han denunciado una conspiración en estos ataques, pero me pregunto ¿cómo pueden tener todos los cabos atados? Los que enseguida apuntan a conspiraciones, a menudo se equivocan por pensar que los acontecimientos tienen que seguir un proceso lógico. El Infierno es caótico.  El Infierno que están creando los enemigos de Cristo será un caos. Hay una elección: Jesucristo o el caos. Nuestro Señor fue expulsado del Nuevo Orden Mundial hace tiempo, por lo que sólo queda el caos. Se les va de las manos, porque sin Jesucristo, ni siquiera ellos pueden controlar la situación. Al final la bestia que han creado les destruirá, igual que Madame Guillotine les cortó la cabeza a los masones que promovieron la Revolución de 1789.

Los cristianos no estamos ni con unos [los islamistas] ni con otros [los liberales]. Tenemos que encontrar un plan que nos sirva para sobrevivir lo que se nos viene encima. Tal y como nosotros lo vemos, la media luna está en alza porque la Cruz se cae. Occidente será castigada por los mismos enemigos de la Cristiandad que le costó a España 8 siglos derrotar, y sólo de forma temporal.  Es la misma guerra santa, aunque ahora los ejércitos cristianos han perdido por completo su fe. Esta es la venganza de Mahoma.

A mi juicio todo esto tiene que ver con la apostasía en la Iglesia Católica. Esta es la conspiración de la que hay que hablar: la desobediencia frente a la petición de Nuestra Señora de Fátima de consagrar Rusia a Su Inmaculado Corazón, el "espíritu del Concilio Vaticano II"... La única solución es que la Iglesia restaure Sus tradiciones, que vuelva a Sus raíces, que se levante como una autoridad moral para el mundo entero. La única razón por la que existe todo este caos es que la Iglesia se niega a reconocerse como la única esperanza de salvación para las almas, la única Iglesia fundada por Nuestro Señor Jesucristo.

Estamos entrando en un periodo de caos infernal, que nadie podrá controlar. Todo indica que la cosa irá a peor, y no tenemos que sorprendernos por ello. Tenemos que anticiparlo; tenemos que prepararnos y preparar a nuestros hijos. Han declarado la guerra contra Dios Todopoderoso; habrá consecuencias. Nuestros líderes seguirán exigiendo más homosexualidad, más abortos, más pornografía, porque aún no han aprendido nada. El hombre moderno aún no sabe que lo que tiene que hacer es volverse otra vez hacía Dios. De momento están perdiendo el control de su Nuevo Orden Mundial.


No tenemos que buscar más conspiraciones que la guerra contra Dios, que "casualmente" empezó ahí mismo en París, en 1789. El Presidente, Barack Obama, hizo suyo el lema masónico de la Revolución, cuando habló sobre las masacres. [Clip de Obama: "Recordamos en este tiempo de tragedia que los lazos de Liberté, Égalité, Fraternité no  sólo son valores que importan mucho a los franceses, sino que son valores que nosotros también compartimos."] Libertad, Igualdad, Fraternidad. Lo hizo suyo, juró defenderlo, lo hizo en nuestro nombre.

Sin embargo, hay esperanza. Yo no me rindo, y tampoco debería hacerlo cualquiera que tenga la fe. El movimiento restauracionista católico crece. Creemos que es la única solución. La soberanía de Jesucristo es nuestra única esperanza. La intercesión de Su bendita madre, la Virgen Santísima, lo es todo para nosotros. Muchos millones de personas empiezan a entender que el problema tiene como causa la auto-demolición de la Iglesia Católica que vivimos desde hace varias décadas. En Francia especialmente, la "antigua" fe está en auge, lo crean o no. Yo he estado ahí, yo lo he visto, yo he peregrinado con los "viejos" católicos franceses, cuyo espíritu está vivo.


Termino con esta nota positiva, junto al recuerdo por las víctimas y sus familias. Termino con algo que ocurrirá este año en Francia, que nos dará esperanza: la peregrinación anual desde la catedral de Chartre hasta París. En esta peregrinación se cantará el "Chez nous". El "Chez nous" os dará esperanza, nos da esperanza a todos. Es una canción de amor a la Virgen. [Cita el estribillo de la canción: "Chez nous soyez Reine, nous sommes a vous, Régnez en souveraine, Chez nous, chez nous. Soyez la Madone qu´on prie a genoux, qu´on aime y qui pardonne, Chez nous, chez nous."] Esto quiere decir "Sea nuestra Reina, en nuestro hogar, Reina como soberana, en nuestro hogar, Sea la Madona a quien rezamos de rodillas, que nos ama y nos perdona, en nuestro hogar."

Esta canción, cantada por miles de católicos tradicionales, representa la esperanza para Francia, y la esperanza para toda Europa. Buenas noches.

Traducido por Christopher Fleming

miércoles, 18 de noviembre de 2015

La Música del Diablo

Hoy en día la música que escucha la inmensa mayoría de los jóvenes es de origen satánico. Los géneros musicales del Rock and Roll, la música Pop, el Hip Hop, el Rap, el Funky, el Heavy y todo lo que se puede escuchar en la MTV y cadenas similares, es la música del Diablo. ¿Acaso soy extremista por hacer semejante afirmación? Si al lector le parece que sí, me permitirá al menos exponer las razones que me llevan a decir esto, y luego que cada uno decida por sí mismo. En esta primera parte del trabajo propongo examinar las raíces del Rock and Roll, su impacto revolucionario en la sociedad, y las primeras estrellas de los años ´50 y ´60.

Robert Johnson, el "abuelo del Rock"
Veamos los orígenes del Rock and Roll, empezando por su etimología. El término, aunque acuñado originalmente en canciones marítimas, en los años ´30 degeneró en una referencia velada a la fornicación. Fue el locutor de radio, Alan Freed, quien popularizó el nombre en referencia al nuevo género, una fusión entre el Rhythm and Blues, el Swing y otros estilos. Uno de los exponentes más importantes del nuevo estilo, que ejerció una gran influencia en músicos de Rock posteriores, al que muchos llaman el "abuelo del Rock", fue el cantante y guitarrista Robert Johnson (1911-1938). Dicen que este personaje misterioso, que sólo grabó 29 canciones, del que muy poco se sabe, y que murió en circunstancias extrañas a los 27 años (inaugurando una verdadera tradición del Rock), adquirió su habilidad a la guitarra gracias a un pacto con Satanás. Esto lo confirma la letra de su canción Crossroad Blues, en la que narra el encuentro con Satanás en un cruce de caminos; éste le ofrece fama y dinero a cambio de su alma y el joven músico acepta el trato. En la canción Me and the Devil Blues, Johnson cuenta lo que fácilmente se puede interpretar como el Demonio que aparece una mañana para cobrar su parte del trato. Esto es lo que dice (traducción mía):
Esta mañana temprano
Cuando has tocado en mi puerta
Esta mañana temprano, OOH
Cuando has tocado en mi puerta
He dicho "hola, Satanás
Creo que es hora de irse" 
El logro de Freed fue extender la incipiente música Rock a un público blanco, mientras el Blues siempre había sido una música exclusivamente negra. El primer gran éxito del Rock and Roll, que convirtió el género en un fenómeno de masas, llegó en 1954 con Rock Around the Clock de Bill Haley, y la mayor revolución social de los tiempos modernos había nacido.

Con el auge de Elvis Presley se originó una nueva tendencia inquietante en la música: la idolatría de las estrellas de Rock por parte de sus seguidores o "fans", una palabra derivada de "fanatics". Bastaba con que Elvis se subiera a un escenario para que hordas de chicas adolescentes entraran en éxtasis. Se podría decir que en su presencia sus fans caían en una especie de trance, perdiendo completamente el control de sus actos. Este efecto embrujador por sí sólo bastaría para ponernos en guardia contra la música Rock, porque la enajenación de la voluntad, con la consecuente pérdida de las inhibiciones morales, es una señal inequívoca de lo demoníaco, y desde entonces ha sido una constante en la música Rock y todos los géneros derivados. Creo que es la combinación de varios elementos que produce el efecto enajenante en los "iniciados" del culto Rock and Roll. Además de la adoración del ídolo en el escenario, los movimientos bruscos y espasmódicos del baile y la pulsación incesante de un ritmo sincopado, hipnotizan a los participantes. Si añadimos a esto el consumo masivo de alcohol y otras drogas, tenemos un cóctel extremadamente peligroso, que está perfectamente diseñado para estimular en los adeptos las bajas pasiones y despertar todo tipo de lujuria y maldad.

Bacchus, de Caravaggio
Esto es asombrosamente parecido a lo que los antiguos describían del culto a Dionisio, que los romanos conocían como las bacanales. Las sesiones de este culto se caracterizaban por el consumo abundante de vino y estupefacientes (en la época se utilizaban setas alucinógenas), una música muy rítmica de efecto hipnotizante, y bailes frenéticos, que producían en los iniciados un estado de desenfreno que terminaba en orgías y todo tipo de crímenes. En el siglo II antes de Cristo el Senado Romano tuvo a bien prohibir las bacanales, por considerar que atentaban contra la moral y el orden público. Conviene recordar que estamos hablando de un imperio pagano. Hoy en día, los gobiernos post-cristianos, lejos de prohibir las bacanales modernas, las organizan y las subvencionan con nuestros impuestos.
Lo que más escandalizaba al público conservador de la época de las actuaciones de Elvis no eran sus ritmos ni sus letras (en verdad las letras son un componente poco importante de su música), sino sus contorsiones pélvicas de claras alusiones sexuales, algo nunca visto hasta el momento. Sus movimientos obscenos escandalizaban hasta tal punto, que cuando aprareció en 1957 en el programa televisivo, Ed O´Sullivan Show, por decencia sólo se le mostró de cintura para arriba. ¡Qué lejanos parecen aquellos tiempos! Ahora en cualquier cadena, a cualquier hora, se ven mujeres semi-desnudas, exhibiéndose y contorsionándose de la manera más grotesca, niños bailando de forma lasciva, sin el más mínimo pudor, y todos aplaudiendo y sonriendo, como si fuera de lo más normal. De hecho, lo esperpéntico se ha convertido en lo "normal".

En los primeros años de su fama las reacciones contra Elvis fueron muchas; fue duramente criticado por la revista jesuita America (cuando los jesuitas aún eran católicos), y el obispo católico de Providence, Russell McVinney, dijo lo siguiente del Rock and Roll:
Es una moda que conduce a sus jóvenes seguidores de vuelta a la selva y al animalismo.
Hasta Frank Sinatra (no precisamente un puritano) dijo esto de Elvis:
Su tipo de música es deplorable, un afrodisiaco rancio. Fomenta reacciones totalmente negativas y destructivas entre los jóvenes.
Ahora, tras seis décadas de Rock and Roll, cuando vemos algún vídeo de Elvis Presley hasta nos parece inocente, en comparación con las modas depravadas que le han sucedido. El problema es que nos hemos acostumbrado a la música de pulsaciones hipnotizadoras y a los bailes lascivos, hasta tal punto que ya no somos capaces de reconocer el mal. Dicen que si tiras una rana a una olla de agua hirviendo, da un salto y sale inmediatamente del agua, mientras que si metes una rana en una olla de agua fría y la vas calentando poco a poco, la rana se cuece y finalmente se muere. Es una buena metáfora para lo que nos ha pasado como sociedad.

Como no podía ser de otra manera, la vida personal de Elvis Presley era un auténtico desastre. Las fiestas interminables y las múltiples infidelidades a Priscilla, su esposa, eran notorias. Su adicción a las drogas de prescripción, sin las que a partir de 1970 no podía ni levantarse por la mañana, iba mermando rápidamente su salud. El testimonio de muchas mujeres que le conocieron, afirmando que era un "chico de mamá", su inquietante gusto por chicas de 13-14 años, y la incapacidad de superar emocionalmente la muerte de su madre en 1958, hacen pensar que padecía de una inmadurez patológica, el síndrome del eterno adolescente. Su muerte trágica en 1977 a la edad de 43 años, provocada por el abuso de drogas y el agotamiento debido a su frenético ritmo de actuaciones, es paradigmática de la sórdida historia del Rock and Roll.

Si los años cincuenta fueron los años de Elvis Presley, los años sesenta fueron de los Beatles. Este grupo británico, formado por cuatro chicos de Liverpool, Inglaterra, llevó la revolución cultural al siguiente nivel. Antes de entrar a considerar la influencia de los Beatles, creo que es interesante saber de donde vienen ideológicamente. Todos fueron educados en un ambiente religioso; Paul McCartney y George Harrison fueron bautizados como católicos; John Lennon era anglicano, (hasta cantaba en el coro de la Iglesia y asistía a la escuela dominical); y Ringo Starr era de la rama evangélica del anglicanismo. Al llegar a la edad adulto todos abandonaron la religión en la que habían sido criados. En una entrevista de 1964 su propio jefe de prensa, Derek Taylor, dijo lo siguiente:
Son completamente anti-Cristo. Bueno, yo soy anti-Cristo también, pero ellos son tan anti-Cristo que me escandaliza, lo cual no es fácil de hacer. [2]
Philip Norman, considerado el biógrafo definitivo de los Beatles, cuenta lo siguiente:
Mientras se encontraban en Hamburgo, cada domingo John [Lennon] se ponía en el balcón, mofándose de los fieles que se dirigían a la Iglesia de San José. Ató un preservativo lleno de agua a una efigie de Jesús y lo colgó para que lo vieran los que se iban a Misa. Una vez urinó en la cabeza de tres monjas. [3]
En la cúspide de su fama, John Lennon dijo que los Beatles eran "más famosos que Jesucristo", una declaración que causó protestas y la quema de sus álbumes en muchos lugares de EEUU. La frase, sacada de una entrevista de 1966, es quizás más blasfema en su contexto:
El cristianismo se irá. Menguará y desaparecerá. No hace falta que lo argumente; tengo razón, y el tiempo lo demostrará. Ahora somos más famosos que Jesucristo.
Los Beatles fueron los mayores profetas, no sólo del odio hacía Cristo, sino de todas las plagas morales y espirituales que azotaron Occidente durante la turbulenta década de los ´60, utilizando como principal vehículo la música Rock and Roll. Entre ellas cabe destacar lo siguiente:
  • el uso masivo de drogas psicodélicas como el LSD o la marihuana
  • la introducción de la espiritualidad oriental New Age en Occidente
  • el "amor libre" y la aceptación social de la sexualidad fuera del matrimonio 
  • el desprecio por parte de los cristianos de sus propias tradiciones culturales
  • la rebelión sistemática de los jóvenes contra sus padres.
Los católicos que profesan una admiración por los Beatles deberían reflexionar sobre lo que representan en el proceso revolucionario anti-cristiano. Es el colmo de la ingenuidad decir: "sólo me gusta su música", y cerrar los ojos ante todo lo que hay detrás. Sería como frecuentar prostíbulos porque es donde hacen el mejor gin-tónic. Igual que hay sitios donde los católicos no debemos poner pie, tenemos que saber que también hay cosas que no debemos hacer, y escuchar música Rock es una de ellas. Esa música es puro veneno para el alma; atrofia la conciencia, induce al pecado y aleja de Dios. Convendría recordar lo que advierte San Pablo: No os juntéis con los incrédulos. Porque, ¿qué tienen en común la justicia con la iniquidad, la luz con las tinieblas? ¿Qué armonía puede haber entre Cristo y Belial? (2 corintios 6:14,15)
 
En retrospectiva, la relación entre el declive de la cultura cristiana en Occidente y los Beatles es evidente para cualquiera con dos dedos de frente. No obstante, hay que reconocer la astucia de las campañas de marketing, que contraponían a los dos grandes grupos británicos de los ´60, los Beatles y los Rolling Stones, como si fueran cosas muy distintas, cuando en realidad eran dos ramas del mismo árbol. Si los Rolling Stones eran abiertamente satánicos y hacían alarde de su vida depravada, los Beatles, con su imagen de chicos buenos (al menos al principio de su carrrera), promocionaban la misma agenda, pero de manera más encubierta. El Demonio suele lograr mucho más con la persuasión insidiosa que con una guerra abierta, pero lo que nunca le falla es el viejo truco del poli bueno, poli malo. Muchos padres de la época aceptaron a los Beatles como un mal menor, pensando: "no me gustan estos Beatles, pero si al menos mi hijo no va detrás de los Rolling Stones..."


La Reina Isabel II contribuyó a este engaño, cuando en 1965 otorgó a los Beatles la M.B.E. (Most Excellent Order of the British Empire). Creo que fue una estrategia muy astuta, ya que con esta condecoración el establishment británico mandó un mensaje muy claro: los Beatles no son malos, son "de los nuestros".


"SIR" Mick Jagger
Ahora se ve claramente que era una falsa dicotomía, porque a pesar de su satanismo descarado, los Rolling Stones se convirtieron oficialmente en parte de la élite social en el año 2003, cuando Mick Jagger fue nombrado Caballero del Imperio Británico. ¡Un caballero, ese degenerado! Se supone que un caballero es alguien que, aparte de sus éxitos profesionales, ha demostrado tener rectitud de carácter y es un modelo a seguir. Entonces, ¿por qué hacen caballero a Mick Jagger? Es un hombre que ha tenido 7 hijos con 4 mujeres distintas, aparte de sus encuentros homosexuales; es famoso por cometer actos en el escenario tan obscenos que da vergüenza ajena hasta mencionarlos (¿qué no sería capaz de hacer en privado?); es incapaz de pronunciar una sola frase sin lanzar improperios y blasfemias;  ha sido arrestado dos veces por posesión de drogas. ¿Es sorprendente que se considere merecedora de la máxima condecoración en el Reino Unido a la persona más alejada del ideal de caballerosidad, a un adorador de Satanás? Bueno, sorprenderá a los que no saben cómo funciona la Revolución: lo que hoy se llama indecente, mañana se considera respetable. Sorprenderá también a los que creen que la monarquía británica defiende valores tradicionales y vela por el bien de su pueblo. En mi opinión, los Windsor ya no defienden más que sus propios intereses particulares. Intentan mantener su trozo del pastel en el Nuevo Orden Mundial que se está forjando, y les da igual si esto se tiene que hacer a costa de sus súbditos.

Kenneth Anger
El personaje que introdujo a los Rolling Stones en el satanismo fue Kenneth Anger, homosexual militante, productor de cine independiente y adepto de la religión Thelema fundada por Aleister Crowley. Crowley es el hilo conductor de la historia del Rock de los años ´60 y ´70, el satanista más influyente de todo el siglo XX, y el auténtico cerebro detrás del movimiento New Age que tuvo tanto auge a partir de los años ´60. Estéticamente las películas de Anger oscilan entre un género que él llama homo-erotismo (prefiero no saber exactamente en qué consiste) y el satanismo puro y duro. Según el manager de los Rolling, Tony Sanchez, Anger les visitaba a menudo.
En la medida que Keith [Richards] y Anita iban aprendiendo más sobre los poderes de la oscuridad, se volvían más reservados conmigo. Sabían que a mí me daba miedo el tema, y cuando venían a visitar Kenneth Anger u otros amigos diabólicos, me echaban. Keith se quedó impresionado cuando Kenneth le habló de los grandes artistas rebeldes que habían jugado con la magia negra: Byron, Blake, Oscar Wilde, Yeats, De Quincey... [6]
En 1969 Mick Jagger puso la música para el corto de Anger, Invocation of my Brother Demon (Invocación de mi Hermano Demonio), que algún crítico ha calificado como "los 11 minutos más malévolos de la historia del cine". Esta película es protagonizada por el mismísimo Anton LaVey, el fundador de la Iglesia de Satanás.

Abajo está la imagen de portada de su álbum de 1967, Their Satanic Majesties Request, con Mick Jagger vestido de brujo.


La canción Sympathy for the Devil de este mismo álbum es un auténtico himno a Satanás. La letra disimula poco:
Por favor, déjame que me presente,
soy un hombre de riquezas y buen gusto.
Ando rodando desde hace muchos años, muchos años.
He robado el alma y la fe de muchos hombres.
Yo estaba allí cuando Jesucristo tuvo su momento de duda y dolor
y me aseguré por los infiernos que Pilatos se lavara las manos y sellara su
destino.
Encantado de conocerte
Espero que sepas mi nombre
Pero lo que te desconcierta
Es la naturaleza de mi juego
Estaba cerca de San Petesburgo
cuando vi que había llegado la hora del cambio.
Maté al zar y a sus ministros
Anastasia gritó en vano.
Conduje un tanque, tenia el rango de general
cuando estalló la guerra relámpago
y los cuerpos hedían.
Encantado de conocerte
Espero que sepas mi nombre
Pero lo que te desconcierta
Es la naturaleza de mi juego


Mire con alegría mientras vuestros reyes y reinas
luchaban durante diez décadas por los dioses que crearon.
Grité: "¿quien mato a los Kennedy?"
cuando después de todo fuimos tú y yo
Deja que me presente,
soy un hombre de riquezas y buen gusto.
Tiendo trampas a los trovadores
que mueren antes de llegar a Bombay.
Encantado de conocerte
Espero que sepas mi nombre
Pero lo que te desconcierta
Es la naturaleza de mi juego
Al igual que cada policía es un criminal
y todos los pecadores santos
y cara o cruz es lo mismo, llámame simplemente Lucifer.
Necesito cierto freno
Así que si me encuentras, ten cortesía
un poco de simpatía y cierta exquisitez
Usa tu bien aprendida educación
!o haré que se te pudra el alma!
Encantado de conocerte
Espero que sepas mi nombre
Pero lo que te desconcierta
Es la naturaleza de mi juego
Es interesante saber que en un concierto en 1969, mientras tocaban esta canción el público entró en una especie de paroxismo y durante la siguiente canción un joven fue asesinado a puñaladas. Los Rolling no volverían a interpretar Sympathy for the Devil hasta 1976, debido a la controversia generada por este incidente.

La portada de Goat´s Head Soup, 1973
No es necesario que explique al lector a quien simboliza la cabeza del macho cabrío en la portada de su álbum de 1973, Goat´s Head Soup. En este álbum, la canción Dancin´ with Mr. D. es una alabanza al Demonio. La última estrofa hace una referencia grotesca a la muerte y dice de forma blasfema: "Lord, have mercy, fire and brimstone." (Señor, ten piedad, fuego y azufre.)

Aleister Crowley en la portada de Sergeant Pepper
El satanismo de los Rolling Stones es muy evidente, pero cuando digo que también los Beatles eran satánicos, la gente suele reírse. Sin embargo, si se mira de cerca, y si se sabe qué mirar, hay tantas huellas diabólicas que es difícil saber por dónde empezar. Podría empezar simplemente por las portadas de sus discos. La mítica portada del que es quizás su disco más famoso, Sergeant Pepper´s Lonely Heart´s Club Band de 1967, donde según McCartney y Starr, figuran los "héroes" del grupo, incluye una foto de Aleister Crowley, que ya he mencionado. Hay muchos que sospechan que el misterioso Sergeant Pepper es Crowley mismo, y que todo el álbum es un homenaje a este personaje siniestro. La teoría es muy plausible si tenemos en cuenta lo que representa espiritualmente el disco: el conocimiento arcano a través del uso de drogas y la magia. Además, Crowley murió en 1947, 20 años antes de la salida al mercado del álbum en cuestión, cuya primera canción empieza: "Hoy hace 20 años que Sergeant Pepper enseñó la banda a tocar."

El satanista Aleister Crowley
Otra portada de los Beatles digna de mencionar es Yesterday and Today del año 1966, que en su momento causó una gran controversia. Aquí está la portada original:


Los cuatro van vestidos de carniceros y aparecen trozos de cadáveres, incluso lo que parecen ser cabezas decapitadas de bebés. No tiene explicación esta imagen si no es como referencia al sacrificio ritual humano, una parte fundamental del culto a Satanás. En esta instancia fueron torpes (no los Beatles, porque ellos eran tan sólo marionetas, sino sus amos), porque el paso fue demasiado atrevido. Al darse cuenta de su error por la reacción tan negativa, a los cinco días de su lanzamiento retiraron la portada original y la sustituyeron por otra menos ofensiva.

En la portada de Yellow Submarine, Lennon y McCartney hacen signos satánicos; Lennon hace el signo de los cuernos del carnero y McCartney el "OK", que en realidad significa 666, el número de la Bestia. Estos dos signos, que en 1969, el año de este álbum, eran bastante desconocidos para el gran público, se han convertido en algo cotidiano entre los famosos, sobre todo las estrellas de Rock. Se puede pensar que alguien les mandó hacer estos gestos, sin que ellos supieran lo que significaban, pero personalmente creo que sabían muy bien a quién debían su fama, y por eso rendían honores al Diablo. En una entrevista con la revista Playboy, Lennon afirmó que todo el lema de los Beatles era "Do What Thou Wilst" (Hacer lo que Os Plazca). Esto no es un mero eslógan de paleto, sino una cita en inglés arcaico de Aleister Crowley, que solía predicar que éste era el único mandamiento de Lucifer.

El Beatle que tiene la marca de Satanás más clara es sin duda John Lennon. En una conversación con Ray Coleman, a la pregunta: "¿cómo consiguió tanto éxito comercial?", respondió con estas palabras literales: "vendí mi alma al Demonio".[4] Su mujer Yoko Ono también estaba muy metida en las artes oscuras. Aunque no sabía cantar, en 2007 sacó un álbum titulado Yes, I am A Witch (Sí, Soy una Bruja). Mark Chapman, el hombre que mató a balazos a Lennon afirmó a la policía que se lo habían ordenado los demonios que vivían dentro de él. El asesinato tuvo lugar  justo delante del edificio Dakota en Nueva York, donde vivían Lennon y Yoko Ono, y donde se había rodado en 1968 la película Rosemary´s Baby, sobre una posesión diabólica y el nacimiento del Anticristo. La película fue el primer éxito para el director, Roman Polanski, un personaje indeseable, acusado y arrestado por todo tipo de delitos sexuales contra menores, pero nunca condenado. Al año del rodaje de la película, miembros de una secta satánica asesinaron ritualmente a la esposa de Polanski, encinta de ocho meses. Los asesinos eran familiares del asesino en serie Charles Manson, quien afirmó haber sido "programado" para responder a mensajes ocultos en canciones de los Beatles. El que prefiere creer que todos estos datos son pura coincidencia es libre de hacerlo. Yo, por si acaso, me mantengo a una distancia prudencial de todo lo que huele a azufre.

Los tres Beatles que tuvieron éxito en solitario siguieron el rumbo diabólico marcado por el grupo. Basta con recordar el álbum de McCartney, Ram, con un carnero en la portada.


George Harrison, que se hizo cada vez más devoto del hinduismo, grabó una canción llamada My Sweet Lord en 1970 con cantos de adoración al ídolo Krishna. El cantante reconoció más tarde que su intención había sido engañar a los cristianos y lograr que cantaran mantras a su falso dios:
 Mi idea en "My Sweet Lord", porque sonaba como una canción pop, fue pillarles por sorpresa. Quería que se sintieran cómodos, gracias al "Hallelujah", y una vez se llega a "Hare Krishna" están enganchados, con el pie moviéndose al ritmo de la música... les da un falso sentido de seguridad. Luego, de repente, se convierte en "Hare Krishna", y lo estarán cantando antes de saber lo que ha pasado.[5]
Aparte de los Beatles y los Rolling Stones, todas las grandes estrellas del Rock de los años ´60 llevan la marca inequívoca del Diablo. Jim Morrison de The Doors hasta se casó con su mujer por el ritual wicca, que consiste en ponerse dentro de un pentagrama dibujado en el suelo, invocar a Satanás y beberse la sangre del otro contrayente. Durante sus conciertos este desgraciado sacrificaba un cordero para mofarse de Jesucristo, el Cordero de Dios.

Jim Morrison, a punto de sacrificar un cordero
Nunca desaprovechó la oportunidad de burlarse de Nuestro Señor. De hecho, la imagen más famosa de él, con el torso desnudo y los brazos en cruz, es una referencia blasfema a la Crucifixión. Fue arrestado y condenado por exhibirse indecentemente delante de menores. En 1971 murió de una sobredosis de heroína... a la edad de 27 años.


La influencia de Crowley está muy presente en Morrison, como demuestra esta imagen de un álbum de The Doors, con el cantante apoyado en un busto del mago, formando con sus brazos un triángulo, un símbolo masónico.


 Ray Manzarek, otro miembro de The Doors, dijo de Morrison:
No fue un artista. No fue un showman. Fue un chamán. Estaba poseído.
Otra alma atormentada del Rock de los ´60 fue el guitarrista Jimi Hendrix, verdadero heredero musical de Robert Johnson. Su mismo agente, Alan Douglas, dijo de Hendrix:
Creía que estaba poseído por algún espíritu, y yo llegué a creérmelo también.
 Su novia, Fayne Pridgeon, dijo lo siguiente:
Siempre hablaba de un demonio que estaba dentro de él, sobre el cual no tenía ningún control. No sabía porqué hacía ciertas cosas, porqué decía ciertas cosas, cómo las canciones salían de él... Me parecía que estaba atormentado, roto por dentro, realmente obsesionado con algo malvado.... Me solía hablar de ir [a Georgia] para ver si alguna curandera le expulsaba el demonio que llevaba dentro
Hendrix es recordado no solamente por su virtuosismo a la guitarra, sino por su ataques de ira destructiva en directo. En un concierto de 1967 llegó a prender fuego a su instrumento sobre el escenario. Este momento fue captado por un joven del público y la foto se convirtió en una de las imágenes icónicas del rock and Roll. Me parece muy apropiado, porque muestra la esencia de este moviento revolucionario: el culto a Satanás. Muchos ingenuos pensarán que fue un gesto de locura sin más, pero el mismo Hendrix luego aclaró que fue "un sacrificio" de lo que más quería, y todos sabemos a quién sacrificaba su guitarra. No le sorprenderá al lector saber que Jimi Hendrix murió a los 27 años, ahogado en su propio vómito tras intoxicarse con barbitúricos.

 Sería demasiado penoso seguir hablando de todos los pobres músicos del Rock que se hicieron profetas del Demonio. Es posible que muchos de ellos vendieran su alma para lograr fama y éxito, pero al final lo importante es saber que el Rock and Roll es un arma poderosísima de Satanás para pervertir a los jóvenes, alejándolos de Dios.


CONTINUARÁ...



NOTAS


[1] Saturday Evening Post, 8–15 August 1964

[2] Philip Norman, Shout! The Beatles in Their Generation, p. 152

[3] Ray Coleman, Lennon, 1980, pág. 256

[4] Chant and Be Happy, 1982, pág. 33 

[5] Tony Sanchez, Up and Down with the Stones 

miércoles, 28 de octubre de 2015

Mi Biblia Infantil

Uno de mis mayores tesoros hoy en día es la Biblia que me regaló mi madre de pequeño. Con esta Biblia, después de rezar en familia, con el pijama puesto, acostados en la cama, leo las historias sagradas a mis hijos. Ya hemos leído la Biblia entera varias veces (no es el texto completo evidentemente, sino una adaptación para niños), y no se cansan de oírla. Me maravilla las vueltas que da la vida, cómo la Providencia ha logrado que esto ocurra, a pesar de la infancia que tuve. Para que el lector me entienda tendré que dar una breve explicación de cómo me crié.
Nací en una familia británica post-cristiana. Observo con tristeza que hoy en España este tipo de familia está a la orden del día, pero en 1975 cuando yo nací prácticamente no existían. El Reino Unido iba al menos una generación por delante en su descristianización, aunque últimamente España está haciendo todo lo posible por alcanzar en descreimiento a mi país, cuna del liberalismo. Una familia post-cristiana, si no es radicalmente anticristiana, y la mía no lo era, suele conservar restos culturales de la herencia cristiana, pero son sólo vestigios muertos, como restos de la poda de un árbol; la savia ya no fluye por ellos y sólo sirven para "tirar al fuego", como dice el Señor. Yo crecí en un ambiente en el que la religión era un objeto de estudio interesante desde el punto de vista sociológico, cultural y psicológico, pero que no podía tener absolutamente ninguna importancia en la vida de las personas inteligentes y formadas.

Quizás por nostalgia de su herencia cultural, a los 9 años mi madre me regaló una Biblia infantil, y como ávido lector que era (y sigo siendo), la leí entera. No la leí una sola vez, como cabría esperar de un niño pagano en un ambiente pagano, sino que la leí una y otra vez. Me quedé especialmente impactado por los dibujos. Un día me dijo un amigo que estaban aprendiendo el Padrenuestro en Religión (yo, al ser un niño pagano, iba a Ética). Cogí una Biblia de la habitación de mis padres y busqué la oración. Tardé un buen rato en encontrarla, porque lógicamente no tenía ni idea de dónde aparecía; para mí era lo mismo el Levítico que el Evangelio de San Mateo. No sé porqué, pero memoricé el Padrenuestro y me repetía esa oración de vez en cuando, sin entender realmente lo que significaba.

Otra pieza en el puzle de mi conversión fueron las historias de Narnia que nos leía mi padre y que recomiendo sin reservas a cualquiera que pretende dar buena literatura a sus hijos. Estos libros del converso anglicano C. S. Lewis, son alegorías cristianas, pero en su momento desconocía completamente su sentido espiritual. Sólo muchos años más tarde, al convertirme, me enteré de su significado profundo, que el personaje del león Aslán, que tanto cariño había despertado en mí pecho infantil, representaba al Mismísimo Jesucristo. Fue una sorpresa enorme descubrir que mi padre, un agnóstico irreligioso, hubiera elegido entre toda la litertura infantil leernos estos libros. Descarto que él no supiera el mensaje cristiano de los cuentos, con lo culto que es. ¡Misterios de la vida!

La masacre de los Santos Inocentes en mi Biblia infantil
La Biblia infantil que leo a mis hijos me gusta no sólo por razones sentimentales, sino porque está realmente bien hecha. A mí me causó una impresión imborrable de pequeño y veo que tiene un efecto similar sobre mis hijos. Las imágenes no son como las que suelen llevar las Biblias infantiles modernas, las típicas que se regalan por compromiso para la Primera Comunión y no se abren en un siglo. Las Biblias infantiles que están de moda, las Biblias ñoñas, contienen dibujitos en color pastel, que en el mejor de los casos son bonitos y decorativos, pero no dicen absolutamente nada. Lo políticamente correcto ahora es presentar al niño la Misericordia Divina, corriendo un tupido velo sobre Su Justicia. Se suele representar a los personajes bíblicos en poses sonrientes, para mostrar lo felices que son al conocer a Dios, pero cualquier referencia al sufrimiento o al martirio es sistemáticamente eliminada. ¡Ni siquiera aparece la Crucifixión de Nuestro Señor en la mayoría de Biblias infantiles que he ojeado!

Estas Biblias ñoñas sólo reflejan la neo-catequesis descafeinada que reciben los pobres niños que acuden al 99% de las parroquias hoy en día. A menudo pienso que fue una enorme suerte crecer como un pagano y haberme librado de ese catolicismo amariconado, porque la imagen que yo tuve de la religión de pequeño era menos distorcionada que la que puede tener uno que ha sido adoctrinado en el catolicismo buenista y liberal. Como ejemplo de lo que digo, el valor del martirio de San Juan Bautista queda muy claro al contemplar esta imagen:

Estoy seguro que pocas neo-Biblias infantiles contienen imágenes así. Otra imagen impactante que habla de la ira de Dios (un tema tabú en círculos neo-católicos) es ésta, del Diluvio Universal (si el lector se fija, verá el Arca de Noé al fondo):



El otro día, al comprar a mi hijo la Biblia que pedían para el colegio, leí con disgusto una "explicación" del Diluvio. Según los eruditos que han preparado esta versión "didáctica" de la editorial SM para niños de 4º de primaria, el Diluvio de Noé no fue universal, sino una de tantas inundaciones en la región de Mesopotamia. Según ellos, la historia de Génesis no es más que un reelaboración de los antiguos mitos sumerios y egipcios. Es decir, esta Biblia didáctica para niños dice que la historia es todo mentira. No hace falta ser un genio para imaginarse lo que los niños pensarán: si esta historia es mentira, ¿cómo sabemos que las demás no lo son? ¡Y luego nos preguntamos porqué los jóvenes no creen!

¡Al Infierno con las Biblias didácticas y todos los herejes modernistas que las perpetran! Yo me quedo con mi Biblia de la infancia, que muestra las cosas como son, sin adornos ni ambigüedades. A continuación ofrezco una selección de algunas ilustraciones de mi Biblia que no necesitan explicación alguna.










¡QUE DIOS LES BENDIGA!

jueves, 15 de octubre de 2015

Dos Reflexiones Inconexas

Me he enterado que esta semana se abre en Murcia, España, el juicio por el llamado crimen de los huertos, el brutal asesinato de una anciana mientras se paseaba cerca de su pueblo, para robarle 5 euros. La fiscalía pide 44 años de cárcel para Tahar R., el supuesto asesino, natural de Marruecos. Naturalmente no pasará 44 años en la cárcel, por muy mal que le vaya el juicio, porque la máxima estancia en la cárcel es 40 años según la vigente ley española, y esto en la práctica casi siempre se acorta por todo tipo de razones "humanitarias". El acusado dice que no era su intención matar a la anciana, y asegura que no es un asesino. Bueno, eso está por ver, pero yo digo que si agarras una enorme rama de limonero y la usas para golpear con todas tus fuerzas a una viejecita en la cabeza, no deberías sorprenderte si la matas.

Este caso me llena de indignación. Es evidente que el crimen en sí es de lo más repugnante. Matar a una anciana por 5 miserables euros evidencia una cobardía tremenda y una falta absoluta de humanidad. Si España aún fuera un país católico, un crimen semejante se pagaría con la pena de muerte. Pero no. Ahora nos preocupamos más por los criminales que por sus víctimas. Ahora que la mayoría de católicos rechazan la pena de muerte, gracias en gran medida a los esfuerzos del Papa Francisco y sus predecesores inmediatos, nos creemos más misericordiosos que todos los reyes de la antigua Cristiandad. ¡Increíble! Nuestra sociedad apóstata, que tritura a los no-nacidos por millones, según los abolicionistas neo-católicos, es más misericordiosa que la España de los Reyes Católicos. Ahora, gracias al magisterio de Juan Pablo II en adelante, han descubierto que la pena de muerte es cruel e injusta, a pesar de que los santos, doctores y Padres de la Iglesia la apoyaran unánimamente, y ha sido la práctica constante de los Estados Católicos durante más de un milenio, los Estados Pontificios incluidos. Ahora los neo-teólogos nos aleccionan sobre la intrínseca maldad de la pena capital, cuando el Magisterio de la Iglesia es clarísima en este tema: desde San Pablo hasta Pío XII se ha enseñado que el estado tiene el derecho de dar muerte a los criminales. [1]

Para colmo, en lugar de hacer justicia y ejecutar al autor de este crimen, todos los contribuyentes tendremos que pagar con nuestros impuestos la estancia en la cárcel de este individuo durante un montón de años. El coste de mantener a un delincuente en prisión en España asciende a 30.000 euros al año (es decir, 82 euros al día). ¡Con lo poco que cuesta una soga! Puede que aún haya algún idiota que cree que por pasar esos años en la cárcel, el asesino conseguirá la famosa "reinserción social", pero aunque esta fantasía liberal fuera de verdad, yo no estaría dispuesto a pagar por ella con mi dinero. Yo quiero que se haga justicia y punto. ¿Suena duro? Quizás estas palabras de Santo Tomás de Aquino también suenan duras, pero reflejan la doctrina perenne de la Iglesia sobre el asunto:
El hecho de que los malvados, mientras viven, pueden ser corregidos de sus errores, no prohíbe que éstos puedan ser justamente ejecutados, pues su forma de vida es una amenaza mayor y más cierta que el bien que pueda esperarse de su mejora. También tienen en ese punto crítico de la muerte la oportunidad de convertirse a Dios a través del arrepentimiento. Y si son tan obstinados de corazón que, incluso en el momento de la muerte no se vuelven atrás por su malicia, es posible hacer el juicio muy probable de que nunca se apartarán del mal. (Summa contra gentiles, libro III, capítulo 146)
 
El Doctor Angélico, firme defensor de la pena de muerte

Mientras tanto, se anuncia que España acogerá a unos 15.000 "refugiados" sirios, de los 120.000 que han llegado a Europa en estos últimos días. Pongo la palabra "refugiados" entre comillas, porque los medios de comunicación están usando esta palabra de forma indiscriminada para todas las personas que llegan a orillas de cualquier país europeo. Como explica en esta entrevista el eurodiputado británico de UKIP, Nigel Farage, uno de los pocos que aportan algo de sentido común a este debate, no se puede llamar refugiado a cualquiera que viene de un país pobre. La definición legal de un refugiado está recogida en la Convención de Ginebra de 1951:
Una persona que, debido a un miedo fundado de ser perseguido por razones de raza, religión, nacionalidad, membresía de un grupo social o de opinión política en particular, se encuentra fuera de su país de nacimiento y es incapaz, o, debido a tal miedo, no está dispuesto a servirse de la protección de aquel país; o de quien, por no tener nacionalidad y estar fuera del país de su antigua residencia habitual como resultado de tales eventos, es incapaz, debido a tal miedo, de estar dispuesto a volver a éste.
Esta definición no incluye a personas que simplemente vienen en busca de una vida mejor. Dice Farage que los "refugiados" tiran su pasaporte al Mediterráneo y declaran que son sirios huyendo de la guerra. Y nos lo tragamos. No digo que no hayan auténticos refugiados entre las masas que han llegado a Europa, pero pienso que sería más sensato conceder el estatus de refugiados a las personas en su primer país de acogida, como siempre se ha hecho, no cuando ya están dentro de nuestras fronteras y no hay manera de saber de donde vienen.

El euroescéptico Nigel Farage
Otro tema más serio aún es el religioso. Farage se pregunta: ¿por qué los países ricos musulmanes no se ofrecen a acoger a los "refugiados", si la mayoría de ellos son correligionarios? No contesta a su propia pregunta, pero yo sospecho que el hecho de que su destino elegido sea Europa tiene algo que ver con la hégira, la emigración al dar-al harb con el fin de conquistarlo. Para decirlo en cristiano, van a la tierra de los infieles para extender el Islam. Como bien apuntaba el P. Santiago Martín en este vídeo, se han identificado a varios miles de terroristas entre los "refugiados". No sólo no nos defendemos del enemigo, sino que le abrimos las puertas, le pagamos el viaje y nos preocupamos de que se encuentre cómodo entre nosotros. Eslovaquia ha dicho que sólo acogerá a cristianos, y por ello le han llovido críticas de todas partes. El Nuevo Orden Mundial está decidido a acelerar el declive de la antigua Cristiandad y no tolera la resistencia. Hay que llenar Europa de musulmanes a toda costa y mantener a los nativos en un estado de inopia durante el máximo tiempo posible, hasta que no haya margen de maniobra ni posibilidad de victoria en un supuesto alzamiento cristiano. De momento yo diría que lo están haciendo muy, pero que muy bien. Cuando llegue el momento será como coger una fruta madura del árbol y Europa caerá en manos de los musulmanes.

Hace ya 26 años, en 1989, Monseñor Marcel Lefebvre habló sobre el peligro de la inmigración musulmana, cuando prácticamente nadie se preocupaba por el tema. Dijo verdades como puños, por lo que un grupo progre le denunció por racismo (¿de qué raza son los musulmanes?) y defamación contra la comunidad musulmana. La multa le llegó una semana antes de su muerte, la última de muchas bofetadas recibidas por su fidelidad a Cristo, y que ahora serán para él una corona en el Cielo. El arzobispo no sólo se negó a retractarse, sino que en el juicio insistió con mayor vehemencia en lo que había afirmado anteriormente. Sus palabras, que no fueron atendidas en el momento, ahora suenan proféticas. Dijo lo siguiente:

Mientras que los musulmanes sean una minoría insignificante en un país cristiano, pueden convivir pacíficamente, porque respetan las leyes y costumbres del país que les acoge. Pero en cuanto son numerosos y orgnizados se vuelven agresivos y buscan imponer sus leyes, que son hostiles a la civilización europea. Los ejemplos abundan. Pronto mandarán en los ayuntamientos de nuestras ciudades y convertirán nuestras iglesias en mezquitas. Tendremos que convertirnos al Islam, dejar el país, o ser sus cautivos. Esta es la naturaleza del Islam. No soy yo un racista por denunciar este mismo racismo.
Si ustedes [los jueces] impiden que alcemos la voz contra las consecuencias nefastas de la islamización de Francia y Europa, se hacen cómplices de la violencia que se comete en nombre del Koran en los países cristianos... Condenarme por racista porque intento defender mi país, cuando su misma existencia y sus tradiciones cristianas se encuentran amenazadas... eso sería utilizar la justicia a favor de la injusticia. Sería la justicia al servicio de los verdugos, cuyas víctimas como mucho tienen derecho de permanecer en silencio y perecer. Sería la cima de la injusticia.
¿Y qué tiene que ver esta historia con el crimen de los huertos, el marroquí que mató (supuestamente) a la abuelita para robarle 5 euros? Absolutamente nada, por supuesto. Son reflexiones inconexas... o no. Bueno, se me ocurre que al ritmo que vamos, dentro de poco se reinstalará la pena de muerte de España, pero no en el sentido que yo quisiera, sino para implementar la sharia, como por ejemplo contra cualquiera que hable en contra del "profeta" Mahoma. En el fondo todo esto es justo e inevitable; como sociedad hemos decidido darle la espalda a Jesucristo, hemos caído en todo tipo de perversiones, y nos hemos negado a tener los hijos que Dios nos quería dar. No nos reproducimos a un ritmo suficiente como para mantener la sociedad de bienestar que hemos creado. Por ello, permitimos que entren millones de inmigrantes musulmanes, y como consecuencia de la apostasía de Europa se ha creado un vacío espiritual que temporalmente se ha llenado con el hedonismo decadente. La naturaleza tiende a llenar los vacíos, y el vacío que ha dejado el cristianismo en Europa lo ocupará el Islam. Es sólo cuestión de tiempo.


NOTAS

[1] Para quien le pueda interesar, escribí hace tiempo esta serie de artículos que constituye un examen más pormenorizado de la pena de muerte desde la perspectiva católica.

















viernes, 18 de septiembre de 2015

La devaluación del matrimonio

La batalla que se está librando desde hace más de un año y que llegará a su desenlace final con la segunda sesión del Sínodo Extraordinario sobre la Familia, afecta a todo el mundo sin excepciones. Si la Iglesia Católica renuncia a la indisolubilidad del matrimonio, afecta primero a las personas casadas. Yo estoy felizmente casado, gracias a Dios (bueno, con los roces normales para una pareja que lleva bastantes años de vida matrimonial). Me afecta, a pesar de no tener ninguna intención de "anular" mi matrimonio, porque, de manera similar a la devaluación de una moneda, si la Iglesia devalúa el matrimonio sacramental con rebajas de todo tipo, equiparándolo con relaciones adúlteras y hasta con uniones contra natura, también devalúan lo mío. Si yo invierto en dólares y de pronto el dolar vale la mitad que antes, salgo perdiendo. Si yo he "hipotecado" mi vida para unirme en matrimonio con una mujer hasta la muerte, y luego el Papa Francisco viene y dice que da igual ser fiel a tu esposa que irte con otra más joven, porque "Dios es misericordioso", ¿qué cara de tonto se me va a quedar? Si ahora a todo se le va a llamar "matrimonio", yo quiero que lo mío se llame otra cosa, porque tengo claro que no es lo mismo.

Afecta a los niños, porque ellos serán las principales víctimas de la devaluación del matrimonio. Lo estamos viendo desde hace varias décadas, desde que la gente dejó de creer que el matrimonio era para siempre; niños con síndrome de alienación parental, viajando como paquetes de un sitio a otro, que crecen sin la estabilidad emocional que aporta un matrimonio duradero; niños con dos papás, dos mamás, varias casas pero ningún hogar; niños desprotegidos y abusados por los novios de su madre, etc. ¿Cómo van a querer casarse el día de mañana los niños que han vivido este sufrimiento desde pequeños, que no han experimentado la alegría de una familia unida? Los niños de familias rotas en general no se casan, sino que forman a su vez más familias rotas, perpetuando un espiral de miseria. ¿Exagero? Las estadísticas están allí  para quien quiera informarse. Como ejemplo podría mencionar este estudio de hace 7 años del Reino Unido, donde el divorcio y las familias monoparentales son una auténtica pandemia. Dice el estudio que los niños que han crecido en familias desestructuradas tienen casi cinco veces más probabilidades de desarrollar problemas mentales.

Afecta hasta a las personas solteras que nunca se casarán y a las personas que no creen en el matrimonio, porque el matrimonio es el núcleo de la familia y la familia es la base de la sociedad. Al tambalear el matrimonio, toda la sociedad se verá afectada. Una sociedad donde ya no se valora el matrimonio será menos generosa, menos feliz, ya que la gente no verá ejemplos de fidelidad y amor verdadero. El amor se reducirá a un objeto de consumo, que se compra y se vende. ¡Ay de aquel que enferma! ¡Ay del débil, del desvalido, del pobre! En una sociedad que no cree en el matrimonio, cada uno tendrá que valerse por sí mismo, porque el sacrificio y la entrega de por vida será un ideal pasado de moda. Yo no quiero vivir en una sociedad así, pero es hacía donde vamos.

Pienso que no ocurrirá ningún cisma tras el Sínodo, como auguran algunos. Puedo equivocarme, pero no creo que los obispos alemanes quieran separarse de Roma por este asunto, cuando en el fondo ya han conseguido lo que querían. No se tocará la doctrina de la indisolubilidad del matrimonio, de eso estoy prácticamente seguro. Se hablará en términos difusos de la "pastoral" familiar y los retos a los que se enfrentan las familias de hoy, bla, bla, bla. Los obispos progresistas de Europa del norte ya han encontrado la solución a su problema en los dos motu proprios de Francisco de la semana pasada sobre el proceso de nulidad matrimonial. Con la reforma de dicho proceso, la cuestión tan polémica de dar la comunión a los católicos divorciados que viven en una relación adúltera, que tanta tinta ha derramado en los últimos meses, ha quedado obsoleta. A partir de ahora los católicos modernistas de Alemania podrán conseguir su certificado de nulidad matrimonial en menos tiempo que se requiere para darse de baja con una compañía telefónica. Ahora que los obispos alemanes serán los árbitros finales del proceso (muy aligerado), ¿quién no obtendrá, si quiere, su nulidad matrimonial? Las situaciones como la que describía el Cardenal Kasper,- la mujer abandonada por su marido, rejuntada con otro hombre, que prepara devotamente a su hija para su Primera Comunión, en la que ella no puede comulgar,- ya no se darán, porque a partir de ahora todo quisque conseguirá la nulidad de su matrimonio, nada más solicitarla. Este es precisamente el objetivo de la reforma de Francisco; contentar a los obispos alemanes y evitar el cisma al no tener que tocar la indisolubilidad del matrimonio.

Intentaré ilustrar la situación con una comparación. Yo que soy profesor, con unos cuantos años de experiencia, veo que el nivel académico de los alumnos es cada vez más bajo. (En el instituto tenía un profesor de matemáticas que decía exactamente esto, que un día se cansó de que nadie le creyera y decidió llevar a cabo un experimento. Nos repartió en clase exámenes reales de hacía 20 años, correspondientes a nuestro curso, para que los hiciéramos como deberes. Nadie fue capaz de hacerlos y no hizo falta darnos más argumentos ni explicaciones.) Ante el evidente declive en la enseñanza hay dos posturas posibles: se puede reaccionar vigorosamente para intentar ponerle remedio, o se puede pastelear y maquillar las cifras para hacer creer que la cosa no es tan grave. No hace falta que yo les diga a mis lectores la opción que se ha escogido en la mayoría de países de Occidente. La primera opción, la única realmente sensata, es muy costosa, porque requiere un enorme y prolongado esfuerzo. La segunda opción es muy sencilla; basta con que cada año los exámenes sean más fáciles, que los alumnos puedan pasar de curso con más suspensos y que haya cada vez menos materia exigida en las programaciones didácticas. Así, aunque los alumnos sean cada año más zopencos que el anterior, los políticos pueden sacar pecho y hablar de lo bien que va la enseñanza.

Algo parecido ocurre con el matrimonio. Es una evidencia que el matrimonio cristiano está en crisis. Los católicos se divorcian a un ritmo alarmante, se rejuntan en relaciones ilícitas, y el ideal de comprometerse de por vida parece que se ha olvidado. Ante esta situación los obispos podrían llevar a cabo una campaña de catequesis y predicar sobre los derechos y deberes del matrimonio, sobre la necesidad de la castidad y el pudor en todos los estados de vida, sobre el peligro que representa la hiper-erotización de nuestra cultura. Esto, unido a una preparación pre-matrimonial seria y exigente, daría como fruto una mayor valoración del matrimonio dentro de la Iglesia. Caería en picado el número de divorcios entre católicos, y la familia se vería reforzada a la larga. Claro, esta opción es dura. Requiere valentía y una firme resolución de combatir los males que amenazan la familia hoy en día. Sobre todo requiere fe en Dios.

Tristemente, la opción que han escogido los obispos que llevan la voz cantante en el Sínodo sobre la Familia no es esta. En vez de luchar por el matrimonio, quieren aún mayor laxitud para los católicos cuyos matrimonios fracasan. Es como si un ministro de educación, ante un porcentaje alto de suspensos en bachiller dijera: "Si suspenden muchos, vamos a cambiar el sistema de calificación. Si antes con un 4 sobre 10 suspendías, ahora con  un 4 apruebas. ¡Problema solucionado!" Han decidido que si levantan la mano en el proceso de nulidades, contentarán a los católicos que se encuentran en uniones ilícitas. Su solución a la crisis es la permisividad total, barra libre. El resultado previsible de esta decisión nefasta será similar a lo que lleva décadas ocurriendo en la enseñanza con la democracia. De la misma manera que un título de bachiller ya no vale lo que valía hace años, por efecto inflacionista, con una abundancia de matrimonios "anulados" el compromiso público de amarse hasta la muerte valdrá cada vez menos.

La gente no es tonta, y si resulta que más de la mitad de los que juran fidelidad eterna ante el altar a los pocos años ya están divorciados y rejuntados, con la bendición de la Santa Madre Iglesia, los votos matrimoniales quedarán finalmente en agua de borrajas. Será el divorcio católico en todo menos en nombre, y ya lo dijo Shakespeare: una rosa, llamada con otro nombre, tendría el mismo aroma. Será el golpe de gracia para el matrimonio católico, que ya agoniza desde hace bastante tiempo. ¡Ojalá esté equivocado! ¡Ojalá los obispos heretizantes de Alemania y otros países organicen un cisma, y se larguen para formar su secta modernista! Pero mucho me temo se queden dentro, como un cáncer que corroe el Cuerpo Místico.