viernes, 21 de diciembre de 2018

Instrucciones para demonios recién llegados a España

Como Inspector Jefe del Cuerpo de Tentadores en España, desde el Mando Central me han pedido que escriba estas breves instrucciones para los demonios que han sido recientemente destinados a este país, bien porque han recibido hace poco su ascenso al Cuerpo, bien porque acaban de ser trasladados desde otros territorios. Es vital entender las peculiaridades de España respecto al resto del mundo, si queremos ser eficaces en nuestra labor y alcanzar las cuotas que desde Abajo nos han impuesto. Naturalmente, los recién ascendidos al Cuerpo de Tentadores conocen lo más destacado de la historia de España, ya que la historia de los países reconquistados es un tema importante en la oposición que acaban de superar. Aún así, pienso que no viene mal recalcar algunos aspectos de la idiosincrasia española. A primera vista este país les parecerá un campo abonado, donde la cosecha de almas será cuantiosa. No les falta razón. Hemos tenido enormes éxitos en los últimos años, gracias por un lado a la democracia, y por otro a los maravillosos frutos del Concilio. No obstante, debo advertirles que los españoles son MUY PELIGROSOS. ¡Cuántas veces hemos creído ver el triunfo definitivo de Lucifer en esta tierra, para luego ser cruelmente defraudados! No hace falta que les recuerde episodios tan dolorosos como la Segunda Derrota (que ellos llaman Reconquista), la batalla de Lepanto, la Pérdida de América y más recientemente el fracaso de nuestra Gloriosa Revolución Roja. Puede parecer que ahora todo marcha bien, pero la aparente pasividad de los españoles ante el avance de nuestra causa no nos debe llevar a la complacencia; aún hay mucho terreno por ganar en la guerra por España. Nuestro Enemigo nunca duerme, y podemos estar seguros de que tiene algo especial reservado para este país, que tantas alegrías le ha dado en el pasado. De hecho, estamos recibiendo informes preocupantes del Cuerpo de Inteligencia, que indican que un alejamiento generalizado de las almas puede estar a la vuelta de la esquina. ¡Belzebú no lo quiera!

Ya saben que los no católicos no son objeto de nuestro interés; de ellos se encarga el Cuerpo de Consolidación. Por desgracia, entre los nativos en España todavía hay pocos fieles a Lucifer; la terrible costumbre de bautizar a los recién nacidos está muy arraigada, y los apóstatas auténticos son escasos. Para compensar esta situación desolador nuestros amigos en la ONU en los últimos años han provocado un influjo masivo de seguidores de nuestro profeta Mahoma en los territorios reconquistados de Europa. Todavía, a pesar de la invasión programada de mahometanos y la campaña ejemplar del Cuerpo de Propaganda, la gran mayoría de las almas en España pertenecen oficialmente al Enemigo. Con el fin de que su tentación sea más fructífera con las almas que les serán asignadas mientras trabajan en España, propongo hablar de la categoría en la que se pueden encuadrar nueve de cada diez almas españolas. España, como territorio recientemente reconquistado, está repleto de lo que el Mando Central denomina el católico de nombre sólo (CANOSO), el que es católico solamente porque nació en un país culturalmente católico y fue bautizado de pequeño. Ya sé que esto entraba en el temario de oposiciones, y que muchos lo tendrán muy claro, pero lo explico para los que vienen de territorios que siempre nos han sido fieles. El CANOSO nominalmente se adhiere a la fe católica, pero nunca se ha planteado nada en serio en relación a ella. Nunca reza, rara vez piensa en el Enemigo. Mientras que permanezca en pie la parroquia de su barrio, donde se bautizó e hizo la primera comunión, no se preocupa por como va la Iglesia.

Al CANOSO hay que animarle a seguir viviendo como si el Enemigo no existiera. Hemos inventado todo tipo de distracciones tecnológicas, para que jamás tenga un momento para pensar en el sentido último de su vida. Gracias al Concilio, en las últimas décadas en España hemos contado con un episcopado sumiso. Es más, puedo asegurarles que sin la colaboración activa de gran parte de la Jerarquía de la Iglesia española, hubiera sido imposible lograr en tan poco tiempo todos los avances que ahora ven: la secularización del país, la reorientación de sus leyes, que ahora se burlan de los Mandamientos del Enemigo, y la paganización de sus costumbres. Desde la muerte del detestado Francisco Franco, que tanto daño nos hizo, en España hemos aumentado progresivamente la droga del bienestar, a la vez que hemos procurado que el CANOSO no entre nunca en contacto con mensajes evangélicos. Con este fin el Cuerpo de Propaganda ha hecho un trabajo encomiable, depurando todos los medios de comunicación a nuestro servicio (que son prácticamente todos) de cualquier referencia al Otro, cuyo nombre no pronunciamos. Hemos llenado la televisión de programas de risa, series fantásticas con vampiros y dragones en las que no hay moral alguna, películas absurdas sin ningún mensaje (pero repletas de escenas de sexo y violencia gratuita), reality shows en los que siempre triunfa el concursante más zafio, y programas de debate en que todos los tertulianos fingen discutir, cuando en realidad todos están pagados por decir exactamente lo que les dicte nuestro Departamento de Ideología.

Los que vienen de las misiones o países donde siempre ha reinado nuestro Gran Líder, siempre tienen dificultades a la hora de entender al CANOSO que vive en un país reconquistado. Cada año hay algún demonio que pide al Mando Central la devolución de los CANOSO´s al Cuerpo de Consolidación. Argumentan que no es necesario dedicar tantos efectivos y recursos a las almas que en la práctica ya están en nuestro Reino, y que el trabajo de los tentadores debería ser exclusivamente para las almas en poder del Enemigo. Cada año el Mando Central rechaza la petición y se reafirma en la idea de que los CANOSO´s son una categoría aparte, y requieren la atención de los tentadores. Esto se debe a que los recién llegados subestiman el daño que puede causar la inercia cultural que favorece al Enemigo. Nuestro deseo es lógicamente borrar de la Tierra cualquier vestigio del reinado social de Aquel a quien tanto odiamos y cuyo nombre no pronunciamos; mientras esto no sea posible, tenemos que operar con gran cautela dentro de sociedades que preservan elementos de sus raíces espirituales que nos son contrarias. Un católico lapso que vive en un país que hace no mucho estaba plenamente en poder del Enemigo, es como un hombre que se pierde en el campo, a pesar de las señales que le indican el camino. Si alguna vez el hombre tiene la ocurrencia de fijarse en las señales y seguirlas, dejará de estar perdido y llegará a su destino. No podemos consentir que los vestigios culturales del Reino del Enemigo hablen a las almas. La clave está en DESVIRTUAR los aspectos de la cultura que son favorables al Enemigo. Les pondré un par de ejemplos, para que lo entiendan mejor.

Algunos de ustedes pensarán que será un gran problema que el CANOSO asista de vez en cuando, por puro compromiso social, a una Misa. En términos generales, la Misa es nuestra peor pesadilla, y luchamos para su completa erradicación en el mundo. Sin embargo, dado que esto aún no es posible, toleramos que los CANOSO´s se casen por la Iglesia, que bauticen a sus hijos, que éstos hagan la primera comunión, siempre que no se lo tomen demasiado en serio. De hecho, últimamente los sacramentos desvirtuados están dando excelentes resultados; al reducir todo a un evento social, el sentido religioso y sagrado se diluye por completo y lo que brilla por su ausencia en estos eventos es la verdadera comunicación con el Enemigo, esa odiosa práctica que ellos llaman "oración". Las Fuerzas Especiales del Cuerpo de Tentadores, que se encargan de las almas consagradas al Enemigo, han cosechado grandes victorias en esta desvirtualización de los sacramentos, especialmente en las Misas de funeral, en que el cura, si es afín (y la mayoría lo son), canoniza al difunto por lo buena gente que era, quitando así cualquier motivo de rezar por su alma. De esta manera se frustra la mejor oportunidad que tiene el Enemigo de recordar al CANOSO las cuatro últimas cosas; de cuatro, queda solamente una: ese lugar horrible que ellos llaman "Cielo". Nunca viene mal repetir la primera regla que aprendieron en la Escuela de Tentadores: las almas jamás deben pensar en nuestro Hogar, donde tenemos un sitio reservado para cada una de ellas, si siguen por el Camino Ancho. Sugerimos este pensamiento al típico CANOSO: "si todos vamos directo al Cielo, ¿para qué molestarme por cumplir los Mandamientos y por adquirir las virtudes, que son tan fastidiosas?" En las dos o tres Misas que el CANOSO oirá al año, los sermones podrían ser un problema, pero las Fuerzas Especiales se han encargado de que el cura no moleste a nadie. Con muy pocas excepciones, se limitará a repetir "Dios es bueno y nos tenemos que querer, Dios es bueno y nos tenemos que querer, Dios es bueno y nos tenemos que querer, Dios es bueno y nos tenemos que querer, Dios es bueno y nos tenemos que querer, Dios es bueno y nos tenemos que querer...." Han estudiado que en los seres humanos la banalidad en combinación con la repetición produce un efecto hipnótico, muy deseable para nuestra causa, si nos referimos a un sermón. Conviene que el cerebro del CANOSO poco a poco se desconecte durante la Misa. De esta manera estará a salvo de las influencias nocivas del Espíritu del Enemigo y nunca saldrá de la Misa pensando que tiene que cambiar algo en su vida.

Otro ejemplo, que sin duda les será familiar, de como desvirtuar los elementos culturales desfavorables de un territorio reconquistado, es lo que el Cuerpo de Propaganda ha hecho con la Navidad. La campaña de expulsar a Aquel que no nombramos de la Navidad se inició en los EEUU, un territorio que nunca ha pertenecido enteramente al Enemigo, donde tenemos grandes influencias, sobre todo en Hollywood y la industria de la música. Gracias a la globalización, los efectos de esta campaña se notaron pronto en el mundo entero, incluso en territorios que aún estaban en manos enemigas. Sustituimos villancicos auténticamente navideños, que cantan al Niño en el pesebre, por canciones mundanas sobre la nieve, los renos y demás tonterías. ¡Fue un éxito redondo! Como sabrán, en los países de habla inglesa hasta los más adeptos al Enemigo se lo tragaron. Esto reafirma el viejo refrán: "con un poco de azúcar el vicio entra mejor". Por desgracia, en España nos costó mucho más que en EEUU diluir el sentido religioso de la Navidad. En parte fue por la barrera cultural que supuso el franquismo, y en parte porque las tradiciones perjudiciales, como el belenismo y el canto de villancicos populares, aún tenían mucho peso. Con la muerte de Franco todo se volvió más fácil. El Mando Central ordenó contrarrestar esas tradiciones navideñas negativas con un materialismo desaforado, y la estrategia funcionó a la perfección, gracias en buena medida a la televisión y empresas como El Corte Inglés, que tanto nos ha ayudado a identificar la Navidad con el consumismo. Ahora hay muchos españoles que dicen odiar la Navidad, cuando realmente lo que odian es gastar ingentes cantidades de dinero en regalos estúpidos e innecesarios y en comer hasta que les duele la barriga. Hemos conseguido que los niños asocien la Navidad con la avaricia y que los mayores la asocien con la gula y las borracheras. ¡Otro triunfo para el Cuerpo de Propaganda!

Basta con asegurarnos de que al CANOSO no le falte ninguna necesidad inmediata, para que no se despierte a la presencia del Enemigo, que siempre está al acecho. Teniendo un sueldecillo para llegar a fin de mes, pagando las facturas, la comida, el colegios de los niños, y (¡muy importante!) los pequeños vicios que le permiten seguir tirando, este católico seguirá viviendo de manera muy positiva, a pesar de no tener pecados muy espectaculares. Conviene recordar lo que les enseñaron en la Escuela de Tentadores: más vale alma en mano que ciento volando. Si con un solo pecado mortal logramos traer a un alma a Casa, frustrando todos los planes del Enemigo, es preferible a una vida llena de pecados deliciosos, si al final se nos escapa. Sé que les puede parecer aburrido, sobre todo si vienen de territorios donde nuestro Líder es adorado abiertamente, a plena luz del día. En territorios reconquistados hay que tener más cuidado, y recordar que el CANOSO, además de ser un premio mayor que un no bautizado, puede despertar en cualquier momento a las inspiraciones del Espíritu del Enemigo. Es una enorme suerte que los seres humanos, a diferencia de nosotros, sean incapaces de ver el sello imborrable en el alma que produce el bautismo. Si lo pudieran ver, nuestro trabajo con los católicos lapsos sería prácticamente imposible. Tiemblo al pensar en el poder que tiene al alcance de la mano el CANOSO. Nuestra tarea debe ser siempre evitar que sepa su verdadero potencial. En las reuniones del CCD [1] de España hemos acordado que la línea estratégica a seguir aquí es ésta: anestesiar a nuestra presa por todos los medios posibles.


La anestesia espiritual es nuestra mejor arma en territorios reconquistados. Ojalá llegue el día en que podamos ver sacrificios humanos en las plazas principales de España. Por ahora debemos contentarnos con los sacrificios escondidos tras las puertas de los abortorios, que también son agradables a Nuestro Líder. Ya sé que odian a los españoles; yo también. Pero a veces el odio no es suficiente; hay que tener un plan y saber llevarlo a cabo. Nuestra táctica debe ser mantener un perfil bajo, ser discretos, insinuarnos en lugar de forzar las voluntades. Así realmente no hacemos daño a nadie, a diferencia de los marxistas que van armando revoluciones por doquier. El peligro de un marxista, por mucho que nos guste, es que provoca reacciones impredecibles en los demás. He presentado varias quejas al Mando Central debido a las actuaciones torpes y mal calculadas llevadas a cabo por el Cuerpo de Progreso, por haber estropeado años de trabajo minucioso en miles de almas; a raíz de un estallido de violencia revolucionaria, en cuestión de horas incontables almas se dan cuenta de que la izquierda les ha estado mintiendo durante años, empiezan a cuestionar nuestros dogmas, buscan respuestas en el bando opuesto y las perdemos. Es por ello que yo voté en contra de la creación del nuevo partido político Podemos. A pesar de algunas victorias pírricas, nos ha causado graves problemas entre los católicos tibios, que empiezan a decantarse claramente en contra de la izquierda. Hubiera sido mejor dejar el panorama político como estaba; en España el PPSOE [2] ha dado unos réditos buenísimos y creo que podía haber seguido así durante muchos años más. Ahora, debido a la radicalización de la izquierda, ha emergido un nuevo partido, VOX, que osa llamarse de derechas y amenaza con desestabilizar el régimen que hemos construido con tanto esfuerzo. Habrá que vigilar a VOX muy de cerca, y me consta que un equipo especial de tentadores ya está trabajando en pervertir a su directiva.

"Bush es el demonio", dice la pancarta de Hugo Chávez.
"Me alegro de haber podido aclararte algunas cosas", dice el demonio.
A ustedes, como demonios menores, no les toca decidir sobre cuestiones de índole nacional, sino tentar individualmente a las almas a su cargo. La anestesia espiritual que deben aplicar al CANOSO debe reafirmar su autoestima y confirmar su decisión (consciente o no) de seguir por el Camino Ancho. Es muy efectivo susurrarle mensajes tranquilizadores en el oído, felicitarle por su serenidad, su sensatez ante los problemas. Le solemos decir cosas por el estilo:
¡Qué bien estás! Tú no te alteras porque las cosas no van bien con tu mujer, porque tus hijos te faltan al respeto. Es lo normal hoy en día, a todos tus amigos les pasa lo mismo. Eres buena persona, la gente te quiere. A nadie le importan tus pecadillos.
Hay que inducirle una pequeña dosis de nuestro pecado favorito, la soberbia, para que se sienta satisfecho con su vida mediocre. Pero tengan mucho cuidado de no excederse; un exceso de soberbia en un CANOSO crea problemas. No queremos que destaque en la maldad, sólo que esté suficientemente protegido de la fuerza que el Enemigo llama "gracia". Nuestro trabajo con el CANOSO es lento y gradual, porque la paciencia todo lo alcanza. Día a día, semana a semana, año a año, le chupamos toda fuerza vital, hasta no dejar nada más que una carcasa de hombre, incapaz de rebelarse contra nuestro poder. Acaba completamente rendido ante sus pecados y defectos. No olviden que tenemos toda la Eternidad para torturar lentamente a la presa en Nuestro Hogar, donde su dolor será terrible y sin fin.

Sin más instrucciones que impartir, sólo me queda despedirme, deseándoles muchos éxitos en su nuevo destino. Les aseguro de mi odio sin límites; hacía ustedes, hacía las almas y, por encima de todo, hacía el Enemigo y Su Madre, la muy .......... [3]


NOTAS

[1] Comité Central Demoníaco

[2] Amalgama de los dos grandes partidos oficialistas de España, el Partido Popular (conservador) y Partido Socialista Obrero Español.

[3] Es costumbre de los demonios despedirse con una blasfemia. Por la política editorial de esta página dicha blasfemia queda censurada.

Instruction for demons new to Spain

As Chief Inspector of the Temptation Department in Spain, Central Command has asked me to write these brief instructions for the demons that have recently been sent to this country, either because they have just received their promotion to the Department, or because they have just been transferred from other territories. It is vital to understand the peculiarities of Spain with respect to the rest of the world, if we want to be effective in our work and reach the quotas that we have been given from Below. Naturally, the newly promoted demons to the Temptation Department are familiar with the history of Spain, since the history of reconquered countries is an important part of the selection exams that you have just passed. Still, I think it is not a bad idea to emphasize some aspects of the Spanish idiosyncrasy. At first glance this country will seem like a fertile field, where the harvest of souls will be plentiful. This are certainly good reasons for this belief. We have had enormous success in recent years, thanks on the one hand to democracy, and on the other to the wonderful fruits of the Second Vatican Council. However, I must warn you that Spaniards are VERY DANGEROUS. Many times we believed that the definitive triumph of Lucifer in this land was within our grasp, only to be cruelly disappointed. I do not need to remind you of such painful episodes as the Second Defeat (which they call Reconquista), the Battle of Lepanto, the Loss of America and more recently the failure of our Glorious Red Revolution. It may seem that everything is going well now, but the apparent passivity of the Spaniards as our cause advances, should not lead us into complacency; there is still much ground to be gained in the war for Spain. Our Enemy never sleeps, and we should assume that he has something special up his sleeve for this country, which has given him so many great victories in the past. In fact, the Intelligence Department has drawn up disturbing reports, indicating that in Spain a widespread loss of souls may be just around the corner. May Beelzebub not permit it!

As you know, we are not concerned with non-Catholics; the Consolidation Department takes care of them. Unfortunately, among natives Spaniards there are still few who are faithful to Lucifer; the abominable custom of baptizing newborn infants is ingrained in their mindset, and true apostates are scarce. To compensate for this devastating situation, our friends at the UN in recent years have provoked a massive influx of followers of our Prophet Muhammad into the reconquered territories of Europe. Yet, despite the planned invasion of Mohammedans and the exemplary campaign of our Propaganda Department, the great majority of souls in Spain still officially belongs to the Enemy. In order that you may be more fruitful in the temptation of the souls assigned to you while you work in Spain, I propose to speak of the category into which nine out of ten Spanish souls fall. Spain, as a newly reconquered territory, is full of what Central Command calls the Catholic in name only (CINO), who is Catholic only because he or she was born in a culturally Catholic country and was baptized as an infant. I know that this is studied at Tempter School, and that most of you understand perfectly, but I would like to repeat it for the benefit of those who have been transferred from territories that have always been faithful to us. The CINO nominally adheres to the Catholic faith, but has never given it any serious thought. He almost never goes to Mass and rarely thinks about the Enemy. As long as his neighborhood parish, where he was baptized and received his first communion, is still standing, he cares not about the state of the Church.

The CINO must be encouraged to continue living as if the Enemy did not exist. We have invented all manner of technological distractions, so that he never has a moment to think about the ultimate meaning of his life. Thanks largely to the Council, in the last few decades in Spain we have enjoyed a submissive episcopate. Moreover, I can assure you that without the active collaboration of a significant part of the hierarchy of the Spanish Church, it would have been impossible to achieve in such a short time all the advances that you now see: the secularization of the country, the reorientation of its laws, which now directly mock the Enemy's Commandments, and the paganization of customs. Since the death of the detested Francisco Franco, who did our cause so much harm, in Spain we have progressively increased the welfare drug, while simultaneously trying to ensure that the CINO never comes into contact with the message of the Gospel. To this end, the Propaganda Department has done a tremendous job, purging the mass media outlets at our service (which are practically all of them) of any references to the Other, whose name we do not pronounce. We have filled television with comedy programs, fantasty shows with vampires and dragons that are totally devoid of morality, flashy films with no meaning (but full of sex scenes and gratuitous violence), reality shows in which the most vulgar, shameless contestant always wins, and debate programs in which the "experts" pretend to argue, when in fact they are all paid to say exactly what our Ideology Department dictates to them.

The demons who come from missionary countries or territories where our Great Leader has always reigned, often have difficulty understanding the CINO who lives in a reconquered country. Each year there is a petition, asking Central Command to return the CINO´s to the Consolidation Department. They argue that it is not necessary to dedicate so many resources and personnel to souls that in practice are already in our Kingdom, and that tempters should work exclusively on souls in the power of the Enemy. Each year Central Command rejects this request and repeats the order that the CINO´s are a separate category, who require the attention of tempters. Newcomers tend to underestimate the damage that negative cultural inertia causes us. Our desire is logically to erase from the Earth any vestige of the social reign of the One whom we hate so much and whose name we do not utter; until this is achieved, we should operate with great caution in societies that preserve elements of their spiritual roots that are contrary to us. A lapse Catholic who lives in a territory that was not long ago fully in the power of the Enemy, is like a man who gets lost in the coutryside, despite signs that show him the way. If it ever occurs to him to ​​look at the signs and follow them, he will no longer be lost and will arrive at his destination. We cannot allow the cultural remains of the Enemy´s Kingdom to speak to souls. The key is to DISTORT the aspects of a culture that are favorable to the Enemy. I will give you a couple of examples, so that you can better understand this.

Some of you may find it a problem that the CINO has social commitments that require him to attend Mass from time to time. In general terms, the Mass is our worst nightmare, and we fight for its complete eradication all over the world. However, since there is still a long way to go for this to become reality, we tolerate the CINO's to be married in the Church, we allow them to baptize their children, and to take their children to receive the sacraments of initiation, as long as they do not take it too seriously. In fact, diluted sacraments produce excellent results; by reducing the Mass to a social event, any awareness of the sacred disappears, and in these ceremonies true communication with the Enemy, that odious practice that they call "prayer", is totally absent. The Special Forces of the Temptation Department, the highly trained demons who are in charge of those souls consecrated to the Enemy, have reaped wonderful fruits in this distortion of the sacraments, especially in funeral Masses; the priest, if he is friendly to our cause (and in Spain most of them are), canonizes the deceased because "he was such a nice man", thereby neutralizing any desire to pray for his soul. In this way, we also thwart the best chance the Enemy has of reminding the CINO of the Four Last Things; out of four, only one is left: that horrible place they call "Heaven". It never hurts to repeat the first rule you learned at Tempter School: souls should never think about our Home, where we have a place reserved for each of them, if they follow the Broad Way. We can insinuate this type of thought to the typical CINO: "if we all go straight to Heaven, why bother to obey the Commandments and to acquire the virtues, which are so tiresome?" In the two or three Masses that the CINO will hear each year, sermons could be a problem, but the Special Forces have taken care of that; the priest will not bother anyone. With very few exceptions, the sermon will be little more than: "God is good and we should love each other, God is good and we should love each other, God is good and we should love each other, God is good and we should love each other, God is good and we should love each other, God is good and we should love each other ... " You have surely studied that in humans a combination of repetition and banality produces a hypnotic effect which is very desirable for our cause, if our prey is listening to a sermon. We want the brain of the CINO to disconnect little by little during the Mass. In this way he will be safe from the noxious effect of the Enemy's Spirit and will never leave Mass thinking that he ought to change something in his life.

Another example, which will undoubtedly be familiar to you, of how to distort unfavorable cultural elements of a reconquered territory, is what the Propaganda Department has done with Christmas. The campaign to expel the One we do not name from Christmas began in the United States of America, a territory that has never belonged entirely to the Enemy, where we have great influence, especially in Hollywood and the music industry. Thanks to globalization, the effects of this campaign were soon noticed throughout the world, even in territories that were still in enemy hands. We substituted authentic Christmas carols, that sang about a Child in a manger, for worldly songs about snow, reindeer and other nonsense. It was an amazing success! As you know, in English-speaking countries even very hostile souls swallowed it. This reaffirms the old saying: "a spoonful of sugar helps the vice go down". Unfortunately, in Spain it cost us much more than in the USA to dilute the religious meaning of Christmas. This was partly due to the cultural barrier of Franco´s regime, and partly because of harmful traditions, such as the Nativity scene and popular Christmas carols. With Franco's death everything became easier. Central Command ordered us to counter these negative Christmas traditions with unbridled materialism, and the strategy worked marvellously, largely thanks to the television and to retail companies like El Corte Inglés, that helped us to identify Christmas with consumerism. Nowadays there are many Spaniards who say they hate Christmas (I get a thrill every time someone says that!), when what they really hate is spending huge amounts of money on ridiculous, unnecessary gifts and eating until their stomachs ache. Our success has been so complete that now children associate Christmas with greed and adults associate it with gluttony and drunkenness.

All we have to do to prevent the CINO from waking up to the Enemy´s presence, who is always vigilant, is make sure that he has no immediate practical needs. If he has just enough to make ends meet, if he is able to pay the bills, his food, schooling for his children, and (very importantly!) the small vices that help him get through the week, this Catholic will continue to live in a very positive way, despite never rising to any spectacular level of sin. It is worth remembering what you were taught in the Temptation School: a soul in hand is worth two in the bush. If with one mortal sin we manage to bring a soul home, frustrating all the Enemy´s plans, that is to be prefered to a life full of delicious sins, if in the end the soul escapes us. I know it may seem boring, especially for those of you who come from territories where our Leader is openly worshiped in broad daylight. In reconquered territories we must be very careful, and remember that the CINO, appart from being a greater prize than an unbaptized soul, can wake up at any moment to the inspirations of the Enemy's Spirit. We are tremendously fortunate that human beings, unlike us, are unable to see the indelible seal in the soul that baptism produces. If they could see it, our work with lapsed Catholics would be practically impossible. I tremble at the thought of the power that a CINO has at his disposal. Our task should always be to prevent him from knowing his true potential. In the meetings of the DCC [1] of Spain we have agreed that the strategy to follow here is this: anesthetize our prey by all possible means.


Spiritual anesthesia is our best weapon in reconquered territories. Hopefully the day will come when we can see human sacrifices in the main squares of Spain. For now we should be content with the sacrifices that are carried out behind the doors of abortion mills, which are also pleasing to Our Leader. I know you hate the Spanish; so do I. But sometimes hatred is not enough; we have to have a plan and know how to bring it to fruition. Our tactic should be to maintain a low profile, to be discreet, to insinuate ourselves instead of forcing wills. Like that we will hurt no one, unlike the marxists who stir up revolutions everywhere. The danger of the marxists, however much we like them, is that they provoke unpredictable reactions in other souls. I have presented several complaints to Central Command due to the awkward and poorly calculated actions carried out by the Progress Department, that have spoiled years of painstaking work in thousands of souls; as a result of an outbreak of revolutionary violence, in a matter of hours countless souls realize that the Left has been lying to them for years, they begin to question our dogmas, they look for answers on the opposite side and we lose them. That is why I voted against the creation of the new political party, Podemos. Despite some pyrrhic victories, it has caused us serious problems amongst lukewarm Catholics, who are beginning to openly reject the Left. It would have been better to leave the political landscape as it was; in Spain the PPSOE [2] has yielded very good returns and I think it could have stayed that way for many more years. Now, due to the radicalization of the Left, a new party has emerged, VOX, which dares to call itself a Right wing party, and threatens to destabilize the regime that we have built with so much effort. VOX will have to be watched closely, and I believe that a special team of tempters is already working on perverting their leaders.

"Bush es el demonio", dice la pancarta de Hugo Chávez.
"Me alegro de haber podido aclararte algunas cosas", dice el demonio.


You, as minor demons, do not have to decide on national matters, but individually tempt the souls in your charge. The spiritual anesthesia that you must apply to the CINO must reaffirm his self-esteem and confirm his decision (conscious or not) to follow the Broad Path. It is very effective to whisper tranquilizing messages in his ear, to congratulate him for his serenity, his good sense in the face of problems. We usually say things like such as:

Well done! You don´t get worked up just because things aren´t going well with your wife, because your children disrespect you. That´s perfectly is normal nowadays, all your friends are in the same boat. You are a good chap, people like you. Nobody cares about your petty sins.

We must administer him a small dose of our favorite sin, pride, so that he feels satisfied with his mediocre life. But be very careful not to overdo it; an excess of arrogance in a CINO causes more problems than it is worth. We do not want him to stand out in evil, only that he is sufficiently protected from the force that the Enemy calls "grace". Our job with the CINO is a slow, patient one. Day by day, week by week, year by year, we suck all his life force, leaving nothing but a husk of a man, unable to rebel against our power, even if he wanted to. He ends up in complete surrender to his sins and vices. Never forget that we have all Eternity to slowly torture the souls we win in Our Home, where their pain will be as terrible as unending.

With no further instructions, allow me simply to wish you great success in your new destination. I convey to you all my undying hatred, as well as my hatred towards all human souls and, above all, towards the Enemy and His Mother, the .......... [3]





NOTES


[1] Demonic Central Committee

[2] Amalgamation of the two major official parties of Spain, the PP (Popular Party), the conservatives, and the PSOE (Spanish Socialist Workers Party).

[3] It is the custom of demons to finish their communications with a blasphemy. Following the editorial policy of this web site, this blasphemy is censored.


miércoles, 5 de diciembre de 2018

Cuatro consejos para las jóvenes de hoy

Es increíble la ignorancia y estulticia que impera hoy en día entre la juventud. No culpo a los jóvenes por ello, porque en el fondo son víctimas de la Revolución, que les ha lavado el cerebro con miles de horas de programas de televisión, llenos de mensajes subversivos; con películas y música que exaltan el mal y ridiculizan el bien; y con un sistema educativo que enseña que lo que antes se llamaba blanco ahora se llama negro. No soy psicólogo y no me considero experto en casi nada, pero escribo esto porque soy profesor y soy padre. Día a día veo a mis alumnos echarse a perder. Veo como se van preparando para la infelicidad en este mundo y la eterna desdicha en el otro. Naturalmente, mientras hay vida hay esperanza, pero el camino que uno elige cuando se es joven marca en gran medida su destino, y el que la gran mayoría escoge es el camino equivocado. Como padre procuro proteger a mis hijos de las influencias nocivas de la sociedad, y en el caso de que sea imposible aislarles totalmente, mi táctica es inocularles a una edad temprana contra el veneno que se les suministrará. A mis HIJAS, (los peligros para el varón son otros) desde que eran muy pequeñas, les decía estas cuatro cosas, que creo que toda joven debería escuchar. Dicen que la experiencia es un peine que te da la vida cuando te quedas calvo. Yo ya no soy joven. En mi juventud cometí errores de los que me arrepiento, pero no se puede dar marcha atrás con el tiempo. Si el peine que me ha dado la vida, en forma de estos cuatro consejos, puede ser útil a otros, pienso que es mi obligación compartirlo.



1. Tu virginidad es un tesoro que debes custodiar.

Solamente en nuestra sociedad occidental atea poscristiana se considera la virginidad una molestia de la que hay que deshacerse cuanto antes. Todas las culturas de todas las épocas, excepto la nuestra, han otorgado un gran valor a la virginidad, especialmente la femenina. Desde que son pequeñas yo les digo a mis hijas que se tienen que mantener puras, porque Dios las quiere así. No entro en detalles, porque no es necesario y quiero preservar su inocencia. Procuro hablarles en términos que pueden entender. Les digo que si fueran vestidas con un traje blanco de primera comunión, no se les ocurriría meterse por caminos donde hay barro, porque se ensuciarían. Irían por caminos asfaltados, teniendo mucho cuidado donde pisan. Les hago entender que esto es lo que hay que hacer para mantenerse puras y no ofender a Dios. Si se meten en malos ambientes, forman malas amistades y frecuentan sitios donde abunda el vicio, es casi imposible que su pureza no quede manchada por el barro del pecado.

Les digo que tienen un tesoro de valor incalculable. Si encuentran a un hombre bueno, podrán casarse con él y darle su tesoro. Les digo que también hay mujeres que son llamadas a la vida religiosa, y en ese caso no entregan su tesoro a ningún hombre, sino solamente a Dios. Una vez que el tesoro se da ya no se puede recuperar. Se da una vez en la vida, nada más. Les digo: hay chicas que regalan su tesoro a cualquiera, a un chico que no significa nada en su vida. Esto es como tener un enorme diamante e intercambiarlo por un paquete de chicles. ¡Qué tontas son! 

Los medios de comunicación, lejos de transmitir el valor de la virginidad, venden la idea de que las chicas tienen que acostarse con muchos chicos cuando son jóvenes, porque es el momento idóneo para "disfrutar de la vida". Además, afirman que sin mantener relaciones íntimas con un chico es imposible averiguar si hay "compatibilidad sexual"; para poder encontrar al hombre definitivo, la "media naranja", hay tener una amplia experiencia en el campo afectivo-sexual. Es una idea tan estúpida como decir que hay que comprar muchas casas para saber donde te gustaría vivir, o que hay que estudiar muchas carreras antes de saber a lo que te quieres dedicar profesionalmente. En realidad es justo lo contrario. Las investigaciones sociológicas demuestran que cuantas más parejas tengas de joven, menos posibilidades tendrás de formar y mantener una relación satisfactoria y duradera. Para los católicos no debe ser una gran sorpresa leer, en todos los estudios que se han realizado sobre la materia, que las mujeres con menos probabilidades de divorciarse son las que se casan siendo vírgenes.

Dios nos dio la inteligencia, entre otras cosas, para pensar ANTES de actuar; para entender las consecuencias de nuestros actos. Sin embargo, hoy en día entre las jóvenes predomina una actitud irreflexiva e irresponsable en el terreno amoroso, y esto acarrea un precio altísimo. El sexo tiene una función biológica muy clara: la reproducción. Aunque se intente huir de esta realidad, con métodos anticonceptivos y abortos, la naturaleza humana está diseñada para esta función. Cuando una joven desvincula el sexo de la procreación y lo convierte en una mera herramienta de placer, sin saberlo se autodestruye y se incapacita para futuras relaciones, porque el sexo, para potenciar su función reproductora, tiene un fuerte componente emocional. Dios ha querido que la unión sexual sea una especie de pegamento emocional entre un hombre y una mujer, con el fin de que guarden mutua fidelidad y compartan la difícil tarea de criar y educar a los hijos que surjan de su relación. Es como pegar a la pared un perchero con materia adhesiva; si el pegamento es de buena calidad, lo normal es que quede allí toda la vida, pero cada vez que despegas el perchero para cambiarlo de sitio, el adhesivo será menos fuerte, hasta que ya no se queda pegado. Pasa lo mismo con la unión emocional asociada al sexo; con cada nueva pareja sexual el vínculo emocional creado será menos fuerte, hasta llegar al punto en que una chica es totalmente incapaz de tener una relación duradera con un hombre.


2. No despiertes el amor antes de tiempo.

Esta frase me la dijo un buen amigo cuando yo tenía 19 años, y me pareció un consejo maravilloso. No es de extrañar, porque es una cita aproximada del Cantar de los Cantares, que dice literalmente:
Juradme, hijas de Jerusalén, que no despertaréis, ni desvelaréis a mi amor, hasta que ella quiera. (Salomón 8:4)
Este libro bíblico es esencialmente un discurso sobre el matrimonio místico entre Cristo y Su Iglesia, representada por "la amada". Sin embargo, como casi toda la Escritura, tiene una doble lectura: en este caso, el amor entre un hombre y su prometida. De la misma manera en que Jesucristo tiene que esperar hasta el fin de los tiempos para desposarse con Su Iglesia, el novio espera pacientemente la hora de su boda. En este segundo sentido se puede entender esta frase como una advertencia contra la precipitación juvenil respecto al noviazgo.

Yo les he dicho a mis hijas que jugar a los novios es jugar con fuego. Les he prohibido terminantemente dar o recibir besos; les he aleccionado contra los roces y tocamientos (saben en qué partes tienen que darles a los chicos que se atrevan a meterles mano); y saben que tienen prohibido tener novio antes de acabar el instituto. ¿Cómo se puede prohibir eso? De la misma manera que se les puede prohibir tener un móvil o salir a discotecas. Mis hijas están tan resignadas a no tener novio hasta que no terminen el bachiller como a no tener móvil antes de que cumplan los 16 años o a no salir nunca a discotecas mientras vivan en mi casa, porque desde que son muy pequeñas se lo vengo advirtiendo. Ahora saben que son reglas de la casa y las asumen sin más.

Les he explicado que el noviazgo tiene sólo dos propósitos: discernir si un hombre sería un buen esposo y, en caso afirmativo, prepararse para el matrimonio. ¿Qué sentido tiene estar ennoviada, si una chica no se va a poder casar hasta dentro de varios años, aunque quisiera? Incluso entre jóvenes católicos, un noviazgo que no conduce pronto al matrimonio es una tontería por dos razones: primero, porque da lugar a ocasiones de pecado como la impureza y la fornicación; y segundo, porque es un desgaste emocional y una pérdida de tiempo completamente inútil. Yo les digo a mis hijas: "cuando penséis que estáis preparadas para casaros, buscad un buen chico, no antes".

Hoy en día se ve "normal" que las chicas tengan novio incluso antes de acabar la escuela primaria. Francamente no le veo sentido salir con un chico antes de poder casarse legalmente (en España la edad mínima para casarse son 16 años). Hace poco vi en Youtube un vídeo de una comentarista americana católica (modernista, naturalmente), que daba consejos sobre el noviazgo en middle school, que corresponde a edades comprendidas ENTRE 11 Y 14 AÑOS. ¿Qué bien puede surgir de una relación amorosa entre dos chicos de 11 años? ¿Realmente piensa esta señorita que las relaciones de ese tipo benefician de algún modo a las personas o dan gloria a Dios?




Tristemente, las chicas empiezan a jugar a los novios a una edad cada vez más temprana, porque nadie les ha enseñado que el amor es una cosa muy seria. Piensan que tener novio es para pasar el rato; que el sexo es un pasatiempo, como jugar a los videojuegos o chatear por el móvil. Hoy en día la idea de que el noviazgo es lo que precede al matrimonio ha desaparecido de nuestra cultura. En todos los programas de televisión y películas que van dirigidas a adolescentes, las relaciones de pareja y el noviazgo se banalizan, y el único mensaje que lanzan las autoridades sobre la materia es que tengan "sexo seguro". Incentivar a las chicas a fornicar, siempre que usen métodos anticonceptivos, es como decir a un grupo de niños de cuatro años: " hoy vamos a jugar con cuchillos, pero no pasa nada porque vamos a tener mucho cuidado". El único "sexo seguro" es la abstinencia, seguida de la fidelidad matrimonial.


3. Las mujeres nacen ricas y se hacen pobres; los hombres nacen pobres y se hacen ricos.

Una chica, en cuanto llega a la pubertad y se desarrolla físicamente, se convierte en un objeto de deseo de los chicos. A los 18 años una chica está en su máximo esplendor. Sin haber hecho nada para merecerlo, sólo por el hecho de ser joven, tiene el mundo a sus pies. Si tiene dos dedos de frente, se dará cuenta de que su belleza y la atracción sexual que sienten los chicos por ella, le da poder sobre ellos. Si no ha recibido una educación religiosa, si no le han inculcado la virtud de la castidad, abusará de este poder. En vez de utilizar sus encantos para atraer a un buen hombre con quien casarse, la típica chica moderna pasa sus mejores años gozando de las atención que le prestan los hombres, que le hace sentirse como una princesa, sin comprometerse con ninguno. Su juventud también le ayuda a subir peldaños en la jerarquía social y profesional, y como veinteañera se lo pasa demasiado bien como para pensar en casarse o tener hijos.

En contraposición, un chico no es nadie hasta que no encuentre su sitio en el mundo. A los 18 años un chico no tiene "oficio ni beneficio"; aún tiene que pelear mucho por llegar a una posición en la que resultará atractivo a una mujer que piense en el matrimonio. Pero cuando llega a una cierta edad, si ha trabajado duro y tiene cierto talento, el chico de pronto se da cuenta de que las chicas le miran con interés. No hay más que ver las encuestas sobre los hombres y mujeres más deseados del mundo; apenas figuran mujeres con más de 30 años y a partir de los 40 desaparecen de las listas por completo, mientras que hay hombres canosos con 60 años que siguen siendo objeto de deseo de millones de mujeres. Decir esto suscita en las feminista todo tipo de protestas contra supuestas injusticias culturales creadas por el patriarcado para oprimir a las mujeres. Pero las feministas se olvidan de que hay una realidad biológica que distingue a los sexos: LA FERTILIDAD. Mientras que los hombres normalmente pueden concebir hijos hasta la vejez, las mujeres tienen una edad fértil bastante más limitada. A pesar de todos los avances en la medicina y todas las aberraciones que se cometen para conseguir que mujeres cuarentonas se queden embarazadas, las leyes de la naturaleza son tozudas: una mujer con más de 35 años lo tiene difícil para encontrar a un hombre con quien casarse, porque los hombres están diseñados para desear a mujeres jóvenes y fértiles. No tiene nada que ver con el patriarcado y demás bobadas, sino con la supervivencia de la especie.

Si mis hijas se casan, quiero que se casen jóvenes. Si encuentran a la persona adecuada, estaría encantado de que se casen antes de los veinte años. De hecho, yo me casé a los 22 años recién cumplidos (algo casi inaudito hoy en día) y no me arrepiento un ápice, porque si bien es un grave error despertar el amor antes de tiempo, también es un error esperarse demasiado. En relación, hay un concepto que ahora está muy de moda: el muro. Consiste en una barrera invisible en la vida de una mujer soltera, que al llegar a los treinta y pico años se da cuenta de que su poder de atracción sexual sobre los hombres cae en picado. El muro causa frustración, rabia y hasta pánico. La soltera, que está desesperada por encontrar al hombre "definitivo", tras unos quince años de "relaciones esporádicas" con machos alfa, con los que no tenía ninguna intención de casarse, se pregunta: ¿dónde están todos los hombres buenos? La respuesta es fácil: los hombres "buenos" (es decir, con dinero y estatus social, deseosos de casarse) no están interesados en las mujeres que se han topado con el muro, porque son menos atractivas y les quedan pocos años de fertilidad.

Al darse cuenta de que jamás se casará ni tendrán hijos, la mujer sustituye una familia por media docena de gatos, se vuelve cada vez más resentida contra el mundo y acaba su vida de la forma más solitaria y triste. Si, en lugar de pasar su juventud fornicando, "disfrutando de la vida", se hubiera casado con veinte y pocos años con un hombre que la quería, su vida hubiera sido muy diferente, más plena y más satisfactoria. Las mujeres, con poquísimas excepciones, tienen un instinto muy poderoso, que si se ve frustrado puede amargar toda su existencia: el instinto maternal. El problema hoy en día es que las jóvenes reciben tanta presión de aplazar la maternidad, que cuando finalmente deciden que "ya es hora" de tener hijos, descubren que su época fértil ya pasó. Es curioso como hoy en día las chicas empiezan a ser sexualmente activas a una edad cada vez más temprana, mientras que las mujeres se casan cada vez más mayores. Todo ello contribuye al descenso estrepitoso de la natalidad en Occidente, como resultado de desvincular el sexo de la procreación.

A mis hijas les digo que lo más grande que pueden hacer cuando crezcan es tener hijos, porque ser madre es la esencia de la mujer. Hoy en día si le preguntan a una chica lo que quiere hacer de mayor, y en vez de responder que quiere ser médico, científica, abogada, mujer de negocios o cualquier otra profesión de prestigio, dice que quiere casarse y tener muchos hijos, piensan que se ha vuelto loca, cuando en realidad es la fórmula que hace más felices a las mujeres. Los estudios demuestran que en Occidente, donde ha arraigado el feminismo, coincidiendo con la conquista de "derechos" de la mujer y su incorporación masiva al mercado laboral, las mujeres son cada vez menos felices. Esto es algo que reconocen hasta las fuentes más rabiosamente izquierdistas, a la vez que buscan explicaciones peregrinas para una realidad que contradice todo lo que previeron. A diferencia de nuestra sociedad individualista, en que las mujeres jóvenes están demasiado atareadas persiguiendo carreras y saliendo de fiesta como para tener hijos, en las Sagradas Escrituras el deseo de la mujer de ser madre es un tema recurrente. Uno de mis ejemplos favoritos es el de Ana, la madre del profeta Samuel, quien le pidió a Dios un hijo a cambio de entregárselo a su servicio en el templo en cuanto fuera detestado. Ana en este sentido prefigura a la Virgen María, quien entregó a su Hijo en la Cruz para la salvación de la humanidad. Ella nos enseña que ser madre es una vocación que implica una donación incondicional.


4. Para elegir a un buen hombre con quien casarse hay que tener la cabeza fría.

Incontables veces les he dicho a mis hijas que no tienen que casarse con el primero que les dice "ojos verdes tienes". Para elegir a un buen novio hay que basar esta decisión fundamental sobre buenos principios, que nada tienen que ver con los sentimientos que una chica pueda sentir hacía un chico. Es necesario conocer muy bien los criterios que ayudan a distinguir entre un hombre que sería un buen marido y uno que te arruinaría la vida. Por último, hace falta tener la sensatez de examinar todos los pretendientes a la luz de estos criterios. Estos son los criterios que quiero que mis hijas tengan en cuenta a la hora de elegir un novio.
  • Tiene que ser católico. 
Dice San Pablo a los corintios: No os unáis en yunta desigual con los infieles. ¿Qué consorcio hay entre la justicia y la iniquidad? ¿Qué comunidad entre la luz y las tinieblas? ¿Qué concordia entre Cristo y Belial? ¿Qué parte del creyente con el infiel? (2 Corintios 6:14-15) Una "yunta desigual" es cuando se junta un par de bueyes con fuerzas o tamaños desiguales y en lugar de arar la tierra en surcos rectos, el arado va dando vueltas. Este pasaje siempre se ha interpretado como una advertencia contra el matrimonio de creyentes con no creyentes. La Iglesia siempre la ha desaconsejado la unión conyugal de católicos con infieles, por las dificultades que inevitablemente surgen en todo tipo de cuestiones, especialmente la educación de los hijos. 

Además, hoy en día, con la epidemia del divorcio, es especialmente importante no casarse con gente no católica. A mis hijas les digo que hoy un hombre sin una verdadera fe católica, en cuanto se acabe el enamoramiento y el matrimonio se vuelva cuesta arriba, hará lo que hacen la mayoría de hombres: se buscará una más joven y se largará con ella. Cuando digo que tiene que ser católico, no vale el catolicismo modernista que abandera el Papa Francisco, quien abiertamente admite el divorcio, el adulterio y relativiza todos los pecados. Un buen novio tiene que ser un hombre que cree lo que la Iglesia siempre ha enseñado, sin añadidos ni excepciones. Luego siempre puede salir rana, porque en este mundo hay pocas cosas seguras, pero si desde el principio uno hace todo lo posible para sentar una buena base en el matrimonio, hay menos posibilidades de que falle.
  • Tiene que ser de buena familia.
Tradicionalmente las familias han querido casar sus hijos con personas de la misma clase social o similar. Esto no es solamente por preservar el patrimonio y mantener el nivel social, sino también por una cuestión que hoy en día se pasa a menudo por alto: la compatibilidad conyugal entre un hombre y una mujer es mucho más fácil si provienen de una clase socio-económica similar. A pesar de que la sabiduría de los siglos avale esta verdad, en nuestra sociedad occidental igualitarista se insiste en que no debe existir ninguna discriminación entre clases sociales. Por esta razón los medios de comunicación de masas (también conocidos como aparatos de propaganda revolucionario) aplauden los matrimonios entre plebeyas y príncipes, como por ejemplo la actual reina de España, Leticia Ortiz con Felipe VI. Antiguamente se entendía que un príncipe heredero debía casarse con una mujer proveniente de la aristocracia o de otra familia real, no sólo por forjar alianzas, sino también porque una mujer así estaría mejor preparada para afrontar una vida como monarca. Una plebeya no ha sido educada para saber comportarse como una reina. No sólo una es cuestión de conocimientos, sino sobre todo de carácter. Esto ya lo hemos visto varias veces con las meteduras de pata de la reina de España. Todos los tertulianos del cotilleo la critican cuando comete una torpeza protocolaria, pero ninguno es capaz de reconocer que se porta así porque Felipe VI eligió mal al casarse con una plebeya. En este sentido, lo que vale para la realeza y la aristocracia, vale para todas las clases sociales; cuanta más disparidad, mayor incompatibilidad matrimonial.

Aparte de buscar a un novio de una clase social similar a la suya, una joven debe conocer a la familia del pretendiente. Si su familia le resulta absolutamente repulsivo no debe contemplar el matrimonio con ese hombre. San Alfonso de Ligorio escribe que los hijos, al ser frutos de un matrimonio, reflejan lo bueno y lo malo en sus padres. Él cita a Nuestro Señor, quien dice: "ningún árbol bueno puede dar malos frutos, y ningún árbol malo puede dar buenos frutos". Por lo tanto, si los padres son gente indeseable, una joven debe alejarse de su hijo, porque en el fondo él también será indeseable. Los hombres pueden interpretar todo tipo de papeles, pueden fingir ser alguien que no son, con tal de ganar los afectos de una chica. Pero en la familia es donde se ve como la gente es de verdad. En el ambiente familiar los aires de falsa virtud no engañan.  
  • Tiene que tener una visión del matrimonio compatible con la tuya.
De nada sirve buscarse un novio católico de buena familia, si tiene una visión del matrimonio que no encaja con la suya. Por ejemplo, muchas chicas modernas tienen la idea de perseguir una carrera profesional, mientras un hombre tradicional probablemente querrá que su mujer esté en casa cuidando a los hijos. Una chica que quiere vivir en una gran ciudad se sentirá frustrada si su marido insiste en vivir en el campo. Una chica que quiere vivir a toda costa cerca de sus padres no debería casarse con un militar, que tendrá que vivir en un lugar diferente cada x años. Es mejor discernir estas cosas ANTES de comprometerse con un hombre, porque una vez que la chica se case, es su marido quien manda; al menos, ésta es la doctrina católica de siempre. Si un hombre no es alguien a quien quisieras someterte, mi consejo es muy claro: ¡no te cases con él!
  • Tiene que tener un pasado prometedor.
Esta frase, que a simple vista parece paradójica, en realidad esconde una gran verdad: para conocer el futuro de una persona, el mejor indicador es su pasado. Si, por ejemplo, un hombre lleva 7 años en la universidad y aún no ha obtenido su diploma, para una carrera que normalmente dura 4, una chica puede fácilmente vaticinar que no va a triunfar en el mundo académico. Si un joven tiene un expediente laboral lleno de despidos por negligencia, una chica no debería apostar mucho por su futuro laboral. Si hasta los 25 años un joven ha vivido en la casa de sus padres como un ni-ni (ni estudia, ni trabaja), una chica no debería creerle si le promete que "a partir de ahora trabajaré muy duro".

En el terreno sentimental también es importante conocer el pasado de un pretendiente. Si un hombre ha pasado toda su juventud en fiestas, fornicando y drogándose, pero ahora resulta que quiere "sentar la cabeza", una chica tendría mucha razón en desconfiar de él. Prepararse bien para el matrimonio implica mantenerse casto y luchar por adquirir las virtudes cristianas, y el que nunca ha sabido dominar sus pasiones no lo va a hacer por el mero hecho de pasar por el altar. Lo más sensato para una joven es buscar a un hombre con un pasado que promete que será el tipo de marido que ella desea; no pensar ingenuamente (como hacen muchas jóvenes) que ella será capaz de cambiarlo, una vez estén unidos en matrimonio. ¡CRASO ERROR! Una chica nunca debe imaginar como PODRÍA ser su novio, sino buscar a un novio que YA es el hombre que quiere como marido.

Four things all young women should know

Ignorance and stupidity reign today over our youth. I do not blame young people for that, because deep down they are victims of the Revolution, which has brainwashed them with thousands of hours of subversive television programs; with movies and pop music that exalt evil and ridicule good; and with an education system that teaches that what used to be right is now wrong and vice-versa. I am not a psychologist and I do not consider myself an expert in almost anything, but I write this because I am a teacher and I am a father. Day by day I see my students preparing themselves for unhappiness in this world and eternal misery in the other. I do not want to sound overly pessimistic, but the path that you choose when young determines your destiny to a great extent, and the path that the majority chooses is the wrong path. As a father I try to protect my children from the harmful influences of society, and in the event that it is impossible to totally isolate them, my tactic is to inoculate them at an early age against the poison that they will be administered. Ever since my DAUGHTERS were very little (the dangers for boys are different), I  have told them these four things, which I think every young woman should hear. They say that experience is a comb that life gives you when you have gone bald. I am not young anymore. In my youth I made mistakes that I regret, but I cannot go back in time and change that. All I can do is share this comb that life has given me, in the form of advice, so that it may be useful to others.



1. Your virginity is a treasure that you must guard.

Only in our post-Christian, atheist, Western society is virginity considered a nuisance that one should be rid of as soon as possible. All cultures of all eras, except our own, have accorded great value to virginity, especially female virginity. Since my daughters were very young I have told them that they have to stay pure, because God wants them that way. I do not go into details, because it is not necessary and I want to preserve their innocence. I try to talk to them in terms that they can understand. I tell them that if they were dressed in a beautiful, white First Communion dress, they would not dream of walking along muddy paths, because they would get dirty. They would walk on paved roads, being very careful where they tread. I make them understand that this is what must be done to stay pure, to avoid offending God. If they form bad friendships and frequent places where vice abounds, it is almost impossible that their purity is not stained by the mud of sin.

I tell them that they have a priceless treasure. If they find a good man, they can marry him and give him their treasure. I tell them that there are also women who are called to the religious life, and in that case they do not give their treasure to any man, but only to God. Once the treasure is given it cannot be taken back. It can be given once in a lifetime, no more. I tell them: "there are girls who give their treasure to any random person, a boy who means nothing in their life. This is like having a huge diamond and exchanging it for a packet of chewing gum. How silly they are!"

The media, far from conveying the true value of virginity, push the idea that girls ought to sleep with lots of boys when they are young, because that is the time to "enjoy life." In addition, they claim that without having intimate relations with a boy it is impossible to find out if there is "sexual compatibility"; in order to find the definitive partner, your "Mr. Right", you need ample sexual experience. This is just as stupid as the notion that you have to buy several houses before knowing where you would like to live, or that you have to study numerous degrees before knowing what you want to do professionally. Actually, it is precisely the opposite. Sociological research shows that the more sexual partners you have as a young person, the less likely you are to form and maintain a satisfactory and lasting relationship. For Catholics, it should not be a great surprise to read, in all the research that has been conducted on the subject, that the women who are least likely to divorce are those who marry as virgins.

God gave us intelligence, amongst other reasons, to think BEFORE acting; to understand the consequences of our actions. However, today young women hold a careless, irresponsible attitude towards relationships, and this bears a very high price. Sex has a very clear biological function: REPRODUCTION. Even if you try to escape from this reality, via contraceptive methods and abortion, human nature is designed for this function. When a young woman disassociates sex from procreation and turns it into a mere source pleasure, she is inadvertently destroying herself and becoming incapable of future relationships. In order to enhance its reproductive function, sex has a strong emotional component. God wanted the sexual union to be a kind of emotional glue between a man and a woman, to help them keep mutual fidelity and share the difficult task of raising and educating the children that arise from their relationship. It is like fixing a hook to a wall with glue; if it is a good quality glue, it will stay there for ages, but every time you unfix the hook to stick it somewhere else, the glue will be weaker, until it no longer sticks. The same thing happens with the emotional union associated with sex; with each new sexual partner the emotional bond created will be weaker, until you reach the point where a woman is totally incapable of having a lasting relationship with a man.


2. Do not wake love before its time.

This advice was given to me by a good friend when I was 19 years old, and even then I realized the wisdom in it. It is an rough quote from the Song of Solomon, which literally says:
I adjure you, O daughters of Jerusalem, that you stir not up, nor awake my love till she please. (Song of Solomon 8: 4)
This biblical book is essentially a discourse on the mystical marriage between Christ and His Church, represented by "the beloved." However, like almost all of Scripture, it has a double reading: in this case, the love between a man and his bride. In the same way that Jesus Christ has to wait until the end of time to marry His Church, the groom patiently waits for his wedding. In this second sense, this phrase can be understood as a warning against youthful impatience regarding courtship.

I have told my daughters that playing boyfriends and girlfriends is an exceedingly dangerous game. I have strictly forbidden them to give or receive kisses; I have warned them about inappropriate touching (they know where to hit boys who dare to fondle them); and they know they are forbidden to have a boyfriend before they finish secondary school. How can I forbid that? In the same way I can ban mobile phones or going out to night clubs. My daughters are resigned to not having a boyfriend until they finish high school, just as they are resigned to not having a mobile phone before they turn 16 or to never going out to night clubs while they live in my house. Ever since they were very young I have been telling them, so now they know they are the rules of the house and they accept them without further issue.

I have explained to them that courtship has only two purposes: to discern whether a man would be a good husband and, if so, to prepare for marriage. What is the point of having a boyfiend, if a girl is not going to be able to marry for several years, even if she wanted to? Even among young Catholics, an engagement that does not soon lead to marriage is foolish for two reasons: firstly, because it gives rise to occasions of sins such as impurity and fornication; and second, because it is emotionally draining and a complete waste of time. I tell my daughters: "When you think you are ready to get married, find a good boyfriend, not before."

Nowadays it is "normal" for girls to have boyfriends even before finishing primary school. Frankly, I see no sense in going out with a boy before being able to legally marry (in Spain the minimum age to get married is 16 years old). Recently I saw on Youtube a video of an American catholic commentator (modernist, of course), who gave advice about dating in middle school, which corresponds to ages between 11 and 14 years old. What good can possibly come from a romantic relationship between two 11-year-olds? Who really thinks that relationships of this kind benefit people in any way or give glory to God?



Nowadays children begin playing the boyfriend-girlfriend game at an increasingly early age, because nobody has taught them that love is a very serious thing. Young girls think that having a boyfriend is no more than a pastime; that sex is something you do for fun, like playing video games or chatting on your phone. Nowadays, the idea of courtship, the concept that dating is what precedes marriage, has all but disappeared from our culture. In all the television programs and films that are aimed at adolescents, relationships are trivialized, and the only message the government sends on the matter is that everyone should have "safe sex". Encouraging girls to commit fornication, as long as they use contraceptive methods, is like saying to a group of four-year-olds: "Today we are going to play with knives, but don´t worry, because we are going to be very careful". The only "safe sex" is abstinence, followed by marital fidelity.


3. Women are born rich and become poor; Men are born poor and become rich.

As soon as a girl reaches puberty and develops physically, she becomes an object of desire for the opposite sex. At 18 a girl is at her prime, and without having done anything to deserve it, just because she is young, she has the world at her feet. If she has half a brain, she will quickly realize that her beauty and the sexual attraction that boys feel for her give her power over them. If she has not received a religious education, if she has not been brought up to love the virtue of chastity, she will abuse this power. Instead of using her charms to attract a good man she can marry, a typical modern girl spends her best years flirting and sleeping with all the good-looking men she comes across, enjoying the attention they pay her, which makes her feel like a princess, without committing herself to any of them. Her youth also helps her to climb the social and professional hierarchy, and during her twenties she has far too much fun to want to think about marrying or having children.

In contrast, a boy is nobody until he finds his place in the world. At 18 a young man still has a long way to go in order to reach a position in which a woman who is considering marriage will be interested in him. But once he reaches a certain age, if he has worked hard and has some talent, the young man suddenly realizes that women view him as husband material. This is confirmed by all the surveys about the most desirable men and women carried out by fashion and beauty magazines; there are barely any women over 35 years of age and as soon as they hit 40 they disappear completely from the lists. However, there are grey haired men over 60 who are considered sex symbols by millions of women. At this feminists launch into trirades against the ingrained cultural injustices created by the female-oppressing patriarchy. But feminists forget that there is a biological reality that distinguishes the sexes: FERTILITY. While men can usually conceive children until old age, women have a much more limited fertile age. Despite all the advances in medicine and all the aberrations that are committed to get women pregnant well into their forties, the laws of nature are stubborn: it is tough for a woman over 35 to find a man who will want to marry her, because men are designed to desire young and fertile women. It has nothing to do with the patriarchy and other nonsense, but with the survival of the species.

If my daughters get married, I want them to marry young. If they find the right person, I would be happy for them to get married before they are twenty. In fact, I got married just after turning 22 (something almost unheard of today) and I do not regret it in the least, because although it is a grave mistake to awaken love before its time, it is also a mistake to wait too long. A term that has become very fashionable of late is the wall. It refers to the invisible barrier in the life of a single woman, who at the age of thirty-something realizes that her power of sexual attraction over men is plummeting. The wall causes frustration, anger and even panic in the single woman, who is desperate to find the "definitive" man, after about fifteen years of sporadic relationships and one-night stands with alpha males, with whom she had no intention of getting married. The post-wall female cries out in despair: where are all the good men? The answer is easy: "good men", ie. those with money and social status, who are willing to get married, are not interested in women who have hit the wall, because they are less attractive and have few or no years of fertility left.

Realizing that she will never marry or have children, the post-wall woman substitutes a family for half a dozen cats, becomes increasingly resentful against the world and ends her life in the loneliest, saddest way imaginable. If, instead of squandering her youth fornicating with random males, ("enjoying life", as they call it now), she had got married in her early twenties to a man who loved her, her life would have been far fuller and more satisfying. Women, with very few exceptions, have a very powerful instinct, which if frustrated can embitter their entire existence: the maternal instinct. The problem nowadays is that so much pressure is put on young women to postpone motherhood, that when they finally decide that it is time to have children, they discover that their fertile days are all but over. It is remarkable how the sooner girls begin to be sexually active, the later women decide to marry. Dissociating sex from procreation and supressing women´s natural desire for motherhood while young, have contributed to the catastrophic drop in the birth rate in the West.

I tell my daughters that the greatest thing they can do when they are older is to have children, because being a mother is the essence of femininity. Nowadays, when you ask a girl what she wants to be when she grows up, the politically correct answer is a doctor, a scientist, a lawyer, a business woman, or any other prestigious profession. If, instead of that, she replies that she wants to get married and have lots of children, people will think that she is mad, when in fact this is the best formula for a woman´s happiness. Studies show that in the West, where feminism has taken root, during the period that coincided with progress towards women's rights and their massive entry into the work place, women have become gradually LESS HAPPY. This is a fact that even the most rabidly leftist sources recognize, though they desperately seek explanations for an outcome that contradicts everything they predicted. Unlike our individualistic society, in which young women are too busy pursuing careers and partying to have children, in the Holy Scriptures a woman's desire to be a mother is a recurring theme. One of my favorite examples is that of Hannah, the mother of the prophet Samuel, who asked God for a son, and in exchange promised to give him over to the temple as soon as he was weaned. In this sense, Hannah prefigures the Virgin Mary, who gave up her Son on the Cross for the salvation of mankind. She teaches us that being a mother is a vocation that requires unconditional selflessness.


4. To choose a good man to marry, you have to use your head.

I have told my daughters countless times that they should not marry the first man who says "what beautiful eyes you have". Chosing the right husband is a crucial decision that must be based on good principles, which have nothing to do with how a girl feels towards a boy. A young woman should know the criteria that help distinguish between a man who would make a good husband and one who would ruin her life. Finally, she needs to have the wisdom to calmly examine all the available men against these criteria. These are the criteria that I want my daughters to take into account when choosing a potential husband.

  • He has to be a Catholic.
St. Paul says to the Corinthians:
Bear not the yoke with unbelievers. For what participation hath justice with injustice? Or what fellowship hath light with darkness? And what concord hath Christ with Belial? Or what part hath the faithful with the unbeliever? (2 Corinthians 6: 14-15) 
An "unequal yoke", the phrase used in many translations, is when two oxen with unequal strengths or sizes are paired together, and instead of ploughing the earth in straight furrows, the plough goes around in circles. This passage has always been interpreted as a warning against the marriage of believers with non-believers. The Church has always discouraged the conjugal union of Catholics with non catholics, due to the difficulties that inevitably arise in all kinds of matters, especially the education of children.

In addition, today, with divorce having become the new norm, it is especially important not to marry non catholics. I tell my daughters that today a man without a strong Catholic faith will do what most men do, as soon as the going gets tough and marriage turns into an uphill journey: they will look for a younger woman and leave. When I say that he has to be Catholic, I am refering to the true Catholic faith, not the watered-down modernist version championed by Pope Francis, who openly accepts divorce, adultery and all manner of sins, except of course "rigidly sticking to the rules". A good potential husband is a man who believes what the Church has always taught, hook, line and sinker. Things can always go wrong, because in this life there are few garantees, but if from the beginning a woman does everything in her power to lay a solid foundation for her marriage, there is far less chance of it failing.

  • He has to be from a good family.
Traditionally families have wanted to marry their children with people from a similar social class. This was not only in order to preserve or increase their wealth and maintain their social standing, but also for a reason that is almost always overlooked today: marital compatibility between a man and a woman is much more likely if they come from a similar socio-economic class. Although this truth is endorsed by centuries-old wisdom, in our Western egalitarian society no discrimination is allowed between social classes. For this reason the mainstream media (also known as the revolutionary propaganda apparatus) applaudes marriages between plebeians and princes, such as the current Queen of Spain, Leticia Ortiz with Philip VI. Formerly it was understood that a prince should marry a woman from the aristocracy or a foreign royal family, not only for forging alliances, but also because a woman of that sort would be better prepared to face life as a monarch. A commoner is not brought up to know how to behave like a queen. It is not only a matter of knowledge, but above all of character. We have already seen this several times with the the Queen of Spain´s public blunders. The gossip press criticizes her when she commits a faux pas in protocol, but nobody will admit that she behaves this way because she is not fit to be a queen, and that Felipe VI chose badly when he married a plebeian. In this sense, what is true for royalty and aristocracy, applies to all social classes; the more disparity, the less compatibility in marriage.

Apart from looking for a man from a social class similar to hers, a young woman should get to know the family of any potential husband. If she finds his family absolutely repulsive she should not even contemplate marrying him. Saint Alphonsus of Ligorio writes that children, as fruits of a marriage, reflect the good and bad in their parents. He quotes Our Lord, who says: "No good tree can bear bad fruit, and no bad tree can bear good fruit." Therefore, if the parents are undesirable people, a young woman should stay away from their son, because deep down he will also be undesirable. Men can play all kinds of roles, they can pretend to be someone they are not, if they are trying to woo a girl. But in the family  you see how people really are. In a family environment fake airs and graces fall flat and it is almost impossible to deceive anyone.

  • His vision of marriage must be compatible with yours.
It is no use looking for a Catholic boyfriend from a good family, if he has a vision of marriage that does not fit with yours. For example, many modern girls have the idea of ​​pursuing a professional career, while a traditional man will probably want his wife to be a stay-at-home mother, taking care of the children. A girl who wants to live in a big city will feel frustrated if her husband insists on living in the country. A girl who at all costs wants to live  near her parents should not marry a military man, who will have to live in a different place every few years. It is better to discern these things BEFORE committing to a man, because once the woman marries, it is her husband who is in charge; at least, this is the traditional Catholic doctrine. If a man is not someone you would want to submit to, my advice is very clear: DO NOT MARRY HIM.

  • He has to have a promising past.
This phrase, which at first glance seems paradoxical, actually hides an important lesson: to know the future of a person, the best indicator is his past. If, for example, a man has been at university for seven years, studying for a degree that normally takes four, a woman can easily predict that he will not be very successful in his future endeavours. If a young person´s resumé is full of dismissals for negligence, a woman should not bet much on his future career. If a young man has spent his youth living off his parents like a parasite, neither studying nor working to earn a wage, a girl should not believe him if he promises that from the moment they marry he will work hard and behave responsibly.

It is also important to know the sentimental history of a prospective husband. If a man has spent all his youth partying, fornicating and doing drugs, but the moment he meets a pretty young lady it turns out that he wants to settle down, there would be good reason to distrust him. Preparing well for marriage implies staying chaste and striving to acquire the Christian virtues, and if a man has never mastered his passions it will not happen by magic, just because he takes a woman to the altar. The most sensible policy for a young woman is to look for a man with a past that promises that he will be the kind of husband she wants; She should not think naively, as many young women do, that she will be able to change a man, once he is united to her in marriage. This is a huge error! A girl should never imagine how her fiancé COULD BE, but should rather look for one who is ALREADY the man she wants as a husband.