viernes, 24 de marzo de 2017

Ataque terrorista en Londres: más de lo mismo

El ataque terrorista en Londres el 22 de marzo de 2017, que causó cuatro muertos y docenas de heridos, es otro más en una larga lista de atrocidades cometidos en nombre del Islam. Ofrezco mis oraciones por los muertos, sus familiares y los heridos, para que se recuperen pronto y que encuentren consuelo en Dios. Este ataque en el corazón de mi nación me llena de tristeza, pensando en las víctimas y lo que deben estar sufriendo sus familias, pero también siento una enorme rabia, y no es contra el desalmado que perpetró el ataque. Cuando un lobo ataca y mata a un cordero nadie siente rabia por lo que ha hecho el lobo; es lo que hacen los lobos, es su naturaleza. La rabia que siento es porque esto se podía haber evitado. Me da rabia que los mismos políticos que, sin consultar al pueblo, abrieron las fronteras del Reino Unido a millones de musulmanes, sigan aleccionándonos sobre la bondad del Islam y la necesidad de acoger a aún más musulmanes. 

Ningún político islamófilo pedirá perdón a la familia del policía asesinado con un cuchillo delante del Parlamento. Sin embargo, el ataque de ayer es SU CULPA por haber abierto las puertas a estos lobos, por haber justificado durante décadas su ideología bárbara y por no haber hecho NADA por proteger a los ciudadanos del peligro de los islamistas.

El problema se ve claro si analizamos las reacciones al ataque terrorista; todo fue muy previsible. Los medios, como suele ocurrir, ocultaron la identidad de terrorista durante horas, para que no se supiera que era otro atentado islamista. Personalmente, pensé "si aún no han dicho el motivo del ataque es porque es otro islamista. De ser cualquier otra cosa rápidamente lo habrían publicado." Dicen: "piensa mal y acertarás." El alcalde de Londres, el musulmán Sadiq Khan, el mismo que dijo que los atentados terroristas se habían convertido en "una parte integral de vivir en una gran ciudad", tardó CINCO HORAS en hacer unas declaraciones. Bastante antes, el bloguero Paul Joseph Watson había recordado un tweet del alcalde del año pasado que decía:
La visión ignorante de Trump sobre el Islam podría hacer menos seguros ambos países... Londres ha demostrado que está equivocado.
El alcalde de Londonistan

Watson decía, con ironía británica, "parece que este tweet no ha envejecido muy bien." El activista anti islámico, Tommy Robinson, dijo al poco de conocer la noticia que estaba seguro que era obra de un musulmán radical y que el país estaba en guerra contra el Islam. Se personó en el lugar del crimen, pero su mera presencia allí enfureció a los liberales, mucho más disgustados por la aparición en escena de Robinson que por el hecho de que había cuerpos ensangrentados tendidos en las calles de Londres. Shaun King, el líder del grupo racista de EEUU, Black Lives Matter, en lugar de preocuparse por los muertos y heridos, dijo que los musulmanes siempre eran las víctimas de los ataques terroristas. Claro, debe ser terrible para todos los pobres musulmanes ahora, sabiendo que un correligionario ha cometido otro ataque atroz contra civiles en nombre de su dios. El muro de Facebook de Al Jazeera, la cadena más vista en el mundo musulmán, se llenó enseguida de emoticonos sonrientes a raíz del atentado. Algo no me cuadra. 

Es en momentos así cuando los islamófilos repiten hasta la saciedad su frasecita: "la inmensa mayoría de los musulmanes son pacíficos". En Europa es cierto que la mayoría sí es pacífica, pero no es verdad que "la inmensa mayoría" condena el terrorismo. Un reciente estudio en Francia reveló que entre los estudiantes musulmanes de secundaria residentes en ese país, uno de cada tres justifica el terrorismo. En el Reino Unido, el manual para terroristas en potencia de ISIS ha tenido 50.000 descargas. No parece una minoría tan pequeña. El mismo Tommy Robinson dijo ayer:
Los musulmanes son un 4% de la población. ¿Os imagináis lo que pasará cuando sean un 20%?
En Canadá el gobierno está preparando un proyecto de ley que supuestamente busca frenar la islamofobia, pero en términos prácticos ilegalizará cualquier crítica hacía el Islam. Ya se sabe, se puede blasfemar contra Jesucristo, Su Santísima Madre y Su Iglesia con total impunidad. Sin embargo, si osas criticar "la religión de la paz", el Sistema va a por ti. Algunos ingenuos creen que el Islam puede evolucionar y convertirse en una creencia compatible con la civilización occidental. Se equivocan. El Islam y sus seguidores siempre seguirán el ejemplo de su fundador, Mahoma, que dijo: "por medio del terror Alá me ha hecho victorioso." (Bukhari 4.52.220) ¿Cómo se "reinterpreta" eso? Por supuesto, los ingenuos no han tardado en aclarar que este atentado en Londres "no tiene nada que ver con el Islam". 

Sin embargo, lo que mayor rabia me causa es la reacción, o la falta de ella, por parte de la Iglesia Católica. Antaño, ante la amenaza de invasión de Europa por los otomanos, san Pío V convocó la Liga Santa; las naciones católicas del viejo continente se unieron para hacer frente al enemigo común. Ahora, el presidente de Turquía, Erdogan, amenaza a los europeos diciendo que enviará a 15.000 inmigrantes mensuales y que no volveremos a andar tranquilos por nuestras calles. ¿Qué hace el Papa Francisco respecto a esto? Hasta ahora nada, pero hay alguna esperanza de que plante otro Olivo de la Paz en su jardín. ¡Qué bien! 

Sus pancartas dicen: "Vivo en el Infierno, venid conmigo."
La apología del Islam y la blasfema comparación de sus crímenes con la historia del cristianismo, hacen a Francisco cómplice de cada masacre que ocurre en Occidente en nombre de Alá. Si quisiera, podría denunciar la falsa religión islámica por lo que es: una diabólica ideología del odio. Si quisiera, podría suscitar alguna reacción sana entre la población europea, en su mayoría anestesiada por tanto adoctrinamiento liberal. Si quisiera, podría imitar a san Pío V y llamar a luchar contra el Islam, con la Cruz por bandera y el Santo Rosario como arma principal. Pero prefiere llevarse bien con los jeques y sobre todo con los globalistas, quienes necesitan al Islam para destruir lo que queda de la Cristiandad. Francisco es un traidor. Tiene las manos manchadas con la sangre de los muertos de Londres.

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