martes, 21 de octubre de 2014

¡Cómo está el patio!

Publicado el 15 de enero de 2014


Varias noticias de esta semana me han impactado, y me han servido para reflexionar sobre como está la sociedad liberal en que vivimos. Sin ánimo de entrar en mucho detalle, y sin orden alguno, aquí están las noticias y reflexiones pertinentes.
  • En España ha nacido un nuevo partido político, Vox. Sus principales impulsores son Santiago Abascal y José Ortega Lara, y se especula sobre la posible adhesión del eurodiputado del PP, Alejo Vidal-Cuadras. Queda por ver el ideario del nuevo partido. Aún no se sabe qué es lo que defiende, más allá de un cierto patriotismo español y un planteamiento de “centro-derecha”. En el mejor de los casos será otro partido liberal bienintencionado que le quitará algún escaño al PP, cuyos militantes se llenarán la boca con grandilocuentes palabras, pero que a la postre no ayudará a cambiar absolutamente nada. Y en el peor de los casos podría ser una estrategia maquiavélica de crear un partido pantalla para el PP, con el fin de anular el efecto de la coalición de AES, CTC y FyV. Pero eso sería pensar mal. En una entrevista esta mañana en Es Radio, el templo de los liberales de derechas, el Sr. Abascal ha hablado de la necesidad de “regenerar la democracia”. Ese canto lo he oído antes; ¿no fue exactamente lo mismo que decía hace pocos años Rosa Díez al fundar UPyD? En mi opinión, este sistema liberal que padecemos es un verdadero cáncer. ¿Quién querría “regenerar” un cáncer? Más bien, a imitación de la quimioterapia, habría que matar al sistema. No hay regeneración posible para España hasta que no se derrote al liberalismo, y cualquier partido que no se oponga frontalmente al liberalismo, lejos de ser una solución, es parte del problema.


José Ortega Lara y Santiago Abascal
  • En Burgos los vecinos, mediante protestas callejeras, han conseguido paralizar las obras de un bulevar en el centro de la ciudad. El alcalde del PP ha declarado que se abrirá un proceso de “diálogo y reflexión”. Es extraordinario lo que consigue el pueblo cuando se despierta de su letargo y sale a la calle. Lo que me parece lamentable es que sea la urbanización de un bulevar lo que provoca la sublevación de los ciudadanos. ¿Alguien ha presenciado protestas masivas por la matanza sistemática de los niños no nacidos en España? El día 28 de diciembre, festividad de los Santos Inocentes, estuve en una concentración contra el aborto, y no conté más de cuarenta personas. En España ya hemos superado la cifra de dos millones de seres humanos asesinados antes de su nacimiento, y sin embargo, esto no parece ser motivo ni de escándalo entre los católicos, ni de alarma social entre la población general. Es como si los rusos, durante la peor época de represión estalinista, salieran a la calle para protestar por unas obras callejeras, guardando silencio sobre la deportación a campos de concentración siberianos a medio millón de personas anualmente. Es difícil (y muy doloroso) de creer.
  • Varios diputados del PP han hecho declaraciones sobre la nueva ley del aborto, llamada cínicamente “Ley de Protección de la Vida del Concebido y de la Mujer”. Algunos peperos quieren que el super-ministro, Alberto Ruiz Gallardón, retoque la ley para que tome más en cuenta los” derechos de la mujer”. Traducción: para que esté más acorde con el feminismo neo-marxista. El ministro y sus adláteres hablan de “conciliar los derechos de los no-nacidos con los derechos de la mujer” (siempre se da por hecho que asesinar a sus hijos es un “derecho” de la mujer), pero es difícil de imaginar cómo sería posible tal prodigio legal. A mi corto entender, sería como conciliar los derechos de los esclavistas con los derechos de los esclavos. O existe el derecho de tener esclavos o no existe, y lo mismo vale para el derecho a nacer. No hay término medio. ¿O acaso vamos a decir que los hombres tienen el derecho de poseer esclavos en determinadas situaciones? ¿Vamos a establecer plazos en los que es legal la esclavitud, y discutir sobre la letra pequeña de las condiciones? El presidente de EEUU, Abraham Lincoln, refiriéndose al supuesto “derecho” de poseer esclavos, dijo que nadie tiene derecho de hacer algo que está mal. Convendría recordárselo al Sr. Gallardón.
Alberto Ruiz Gallardón, el abortista de derechas
  • Esta semana el presidente del gobierno, Mariano Rajoy Bres, ha sido recibido en la Casa Blanca por Barack Obama. Los medios afines al Partido Popular han vendido el acontecimiento como un auténtico triunfo de la diplomacia, un respaldo a la política de Rajoy. Provoca nausea contemplar a los dos mandatarios haciendo su teatro delante de las cámaras, pero donde tengo que dar la razón a la propaganda pepera es en la sintonía que hay entre ambos presidentes. ¿Cómo no va a haber sintonía? Ambos son títeres en manos del Poder, las fuerzas del Nuevo Orden Mundial, que alegremente venden su país a los usureros de la Banca Internacional. Ambos son mentirosos, encantadores de serpientes, vendedores de humo. Ambos son defensores de la aberración sexual, promotores del aborto y del liberalismo. ¡Con razón se llevan tan bien!

Rajoy y Obama, dos títeres del Nuevo Orden Mundial
  • El presidente de Francia, François Hollande, ha tenido que dar explicaciones públicas por una supuesta infidelidad matrimonial con una actriz, que se ha convertido en una cuestión de estado. Su frase para intentar acallar a los periodistas ha sido ésta: los asuntos privados tienen que arreglarse en privado. El problema es que no es de ningún modo un asunto privado que el presidente de un país sea incapaz de guardar su palabra. Antaño decían que el valor de un hombre es el valor de su palabra. De ser cierto, el valor del Sr. Hollande debe estar a la altura del betún. Incluso sin entrar en cuestiones religiosas, si un hombre es capaz de ser infiel a su esposa, a quien ha prometido públicamente fidelidad, ¿por qué razón hemos de pensar que será fiel al pueblo, al que ha prometido públicamente servir con rectitud? Si ha mentido y engañado a su esposa, ¿por qué no va a mentir y engañar a su pueblo? Este debacle no debería sorprender a nadie, porque el Sr. Hollande llegó al Palacio del Elíseo arrastrando una historia de faldas. Durante la campaña electoral, Valérie Trierweiler, su concubina y ahora oficialmente la “primera dama” de Francia, y Ségolene Royal, su ex y madre de sus cuatro hijos, se enzarzaron en declaraciones propias de un par de verduleras. Lo único positivo de todo esto es que algunos franceses se habrán despertado de su anestesia cultural, y se habrán dado cuenta de que la podredumbre moral que trae la democracia liberal no tiene límites.

François Hollande, el hombre sin palabra, con Valérie Trierweiler
La decadencia moral y espiritual de Occidente es cada vez más patente. La Iglesia Católica, que debería hacer frente a toda esta maldad, se encuentra en coma profunda, con respiración artificial. Los obstáculos se van eliminando en la hoja de ruta hacía un Nuevo Orden Mundial, la esclavización total de la Humanidad por parte de la Élite. Los pueblos o están mantenidos en la ignorancia o sometidos por todo tipo de vicios. Parece que el proceso ha entrado en su fase final, que hay una aceleración en la agenda del Poder. En fin, ¡que Dios nos pille confesados!

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