Este partido, VOX, que ha irrumpido con fuerza en el panorama político nacional español, dice sin complejos ser un partido de derechas, algo que no se oía en décadas. Para los que no están al día con la política española, explico como está el panorama. El partido más conservador hasta ahora, el PP (Partido Popular), en los últimos años, con Mariano Rajoy como presidente de gobierno, ha girado sensiblemente hacía la izquierda, asumiendo como propias todas las tesis del anterior gobierno socialista del nefasto traidor, José Luis Rodríguez Zapatero. Todas las leyes perversas que aprobó el gobierno de Zapatero, mientras estaba en la oposición, Rajoy criticó con dureza y hasta acudía a las manifestaciones en contra. Vienen a la mente la ley del aborto libre, la ley del sodomonio, la ley de "educación para la ciudadanía", un eufemismo para el adoctrinamiento obligatorio de los niños en el marxismo, o la ley de memoria histórica, que legisla sobre la Historia de España, en concreto sobre la Guerra Civil, la Cruzada por Dios y por España que perdieron los rojos, y aún les escuece. Durante sus siete años en el poder, Rajoy conservó, o como mucho "retocó", estas leyes inicuas. Es la enésima confirmación de la inutilidad de los políticos conservadores, expresada en esta frase de Chesterton:
Cada avance del progresista se convierte en un estatus para el conservador, [por lo que], a menudo, conservador solo significa alguien que conserva revoluciones.La pregunta que se hacen muchos católicos en España es: ahora que por fin hay un partido con opciones de poder que parece combatir los males del progresismo, en vez de criticarlos para luego "conservalos", ¿hasta qué punto es católico VOX? Para poder responder a esta pregunta, propongo examinar los puntos fuertes y los puntos débiles de VOX, desde una perspectiva católica, y después establecer criterios para que un católico apoye una formación política.
Primero lo positivo de VOX. Su oposición a la ideología de género y la ley de violencia de género ha sido muy criticada por los medios del Sistema y sus portavoces a sueldo. Suele ocurrir que cuanto más insulten y calumnien a un determinado grupo, mejor me cae, y en este caso es un tema que me indigna especialmente. Actualmente en España existen juzgados que juzgan sólo a hombres; si una mujer denuncia a su marido por malos tratos, automáticamente se pone en marcha un protocolo de protección a la mujer y se trata al acusado de criminal, obviando así la presunción de inocencia (¡y luego los progres critican a la Iglesia por la Santa Inquisición!) Me dijo un buen amigo una frase que me heló la sangre: si no estás en la cárcel ahora mismo, es porque tu mujer no lo quiere. ¡Lo peor es que tenía razón! VOX quería sustituir la ley hembrista de violencia de género, que sólo se preocupa por la violencia ejercida por hombres contra las mujeres, por una ley de violencia intrafamiliar, que combate todo tipo de violencia en el seno de la familia, incluyendo la violencia contra los menores, padres, abuelos y CONTRA LOS HOMBRES. Por mucho que protesten las feminazis, las mujeres también usan la violencia contra sus maridos. La diferencia de fuerza física entre los sexos hace que normalmente no sea una violencia mortal, pero si tu mujer se abalanza sobre ti con un cuchillo, por poca fuerza que tenga, te puede hacer mucho daño, y no digamos nada si lleva una escopeta. Nadie habla de hombres que mueren a manos de sus esposas, porque, a diferencia del número de mujeres asesinadas por hombres, el gobierno no publica estas estadísticas. Será que no le importa que mueran hombres, porque no sirve para avanzar la causa marxista de la lucha entre los sexos y así destruir la familia.
Lo sangrante es que cuando VOX dice que quiere luchar contra toda violencia dentro de la familia, sin mirar el género, le acusan de machismo y de no querer proteger a las mujeres. El premio a la peor canallada sobre este tema es para el canal de televisión La Sexta (conocido cariñosamente como La Secta). En su programa de análisis político, Al Rojo Vivo, el 4 de enero de 2019 los "expertos" de La Sexta afirmaron que otros tipos de violencia en la familia, en comparación con la violencia de hombres contra mujeres, son "estadísticamente irrelevantes". Ya que ellos hablan de estadísticas, voy a rebatir esta mentira también con estadísticas. En el año 2018 que acaba de terminar, en España 47 mujeres fueron asesinadas por sus maridos/ ex maridos/ parejas o ex parejas. Los telediarios repiten esta cifra ad nauseam, para que todo el mundo piense que estas muertes son la peor tragedia que ocurre actualmente en España. Por supuesto que cada asesinato es una tragedia; yo no voy a negar algo así, y siempre resulta muy frío tratar vidas humanas como si fueran sólo números en un papel. Sin embargo, si los progres optan por argumentar que todas las demás tragedias son "estadísticamente irrelevantes", hay que responder con otra cifra: en el mismo año 2018, en España 22 niños fueron asesinados por sus padres o padrastros. Si tenemos en cuenta que hay unas 20 millones de mujeres adultas en España y unos 7 millones de menores, en proporción mueren más menores que mujeres. ¿Es menos trágico el asesinato de un niño que el asesinato de una mujer? ¿Realmente es esto lo que creen las feministas? Es más, habría que puntualizar algo sobre los menores asesinados en el seno de la familia: la mayoría son asesinados por mujeres. ¿Será por esto que no se quiere hablar del tema?
Es difícil de recabar información fiable sobre estos datos, porque el Ministerio del Interior sólo publica la cifra de menores que son asesinados por hombres en casos de violencia de género. Hay ONG´s que, a base de recortes de prensa, han llegado a publicar cifras, pero no son oficiales. Está claro que hay una intención de ocultar datos que son políticamente incorrectos, favorecer el feminismo supremacista, y pintar al hombre como el único agresor, con la mujer como la única víctima de violencia. La narrativa que los medios y la casta política nos cuentan es que los hombres somos todos violadores y asesinos en potencia, mientras que las mujeres son víctimas indefensas que nunca hacen daño a nadie. ¡Es una enorme mentira! Y si se nos ocurre hablar de tragedias, podríamos hablar de los 3700 suicidios anuales que hay en España; es decir, 80 veces más muertes que las mujeres asesinadas por violencia de género. Y el 75% de estos suicidios son hombres. Mientras que en España en el año 2018 se gastó 200 millones de euros de dinero público en la lucha contra la violencia de género, ¿sabe el lector cuánto dinero público se destinó a prevenir el suicidio? La respuesta es fácil: cero euros. 200 millones para 47 víctimas, y NADA para 3700 víctimas. ¿A alguien le parece extraña la desproporción de medios? Luego, que no me cuenten los políticos que quieren salvar vidas. Lo que quieren es aprovechar el dolor ajeno para imponer su ideología.
La segunda nota positiva de VOX es su oposición a la invasión mahometana de España. No hablo ya de inmigración sino de invasión, porque está claro que existe un plan bien diseñado para acabar con Europa mediante el influjo masivo de personas de razas, culturas y religiones distintas, que serán imposibles de asimilar y que acabarán suplantando a la población que las recibe. El conocido Plan Kalergi se gestó antes de la Segunda Guerra Mundial y las élites mundiales ahora están acelerando esta invasión. Richard Coudenhouve-Kalergi, un judío de origen húngaro que da nombre al plan, fue uno de los primeros diplomáticos en abogar por una unión de todos los países europeos, por lo que se le considera el padre espiritual de la actual Unión Europea. Quería la desaparición de la raza europea blanca en pro de una nueva raza mestiza, fruto de razas invasoras. En sus propias palabras: la futura raza afroeuroasiática reemplazará la diversidad de los pueblos. Y naturalmente, consideraba que los judíos debían estar en primera fila de esta "diversificación racial":
El judaísmo es el seno de donde surge una nueva aristocracia intelectual de Europa, el núcleo alrededor del cual se agrupa la aristocracia de la inteligencia, una raza superior. (Praktischer Idealismus, 1925)El partido político VOX ha hecho más o menos lo que hizo hace tres años Donald Trump durante la campaña electoral presidencial de EEUU; ha hablado de un tema vital para la nación, pero del que nadie más quería hablar. Gracias a la corrección política de los grandes partidos del Sistema, que impone una ley de mordaza sobre asuntos incómodos, VOX ha sacado muchísimos votos, por ser el único partido que ha plantado cara a la inmigración ilegal en España. Los medios controlados le llaman xenófobo, islamófobo, fascista, etc. pero estos insultos ya no tienen gran efecto entre los votantes; sólo puedes gritar "lobo" unas cuantas veces, hasta que deja de funcionar.
Es absolutamente necesario proteger las fronteras, no sólo de España sino de cualquier país. Como dijo Ronald Reagan, un país que no es capaz de controlar sus fronteras en la práctica ha dejado de ser un país. El deseo de los izquierdistas, conservadores y demás mundialistas, de tener fronteras permeables y mantener un sistema de bienestar, es completamente irreal. Se podrá optar por una de las dos cosas, o por fronteras permeables o por un sistema de bienestar, pero es imposible mantener ambas. Esto lo entiende cualquiera con dos dedos de frente, pero se intenta ocultar lo obvio con argumentos sentimentales y absurdos. Si lo pensamos fríamente, tener la frontera abierta para que toda África pueda entrar a España, a la vez que aquí se ofrece educación, sanidad, alojamiento y ayudas sociales GRATIS a todos los inmigrantes que pisen suelo español, es como tener una tienda de chucherías en la puerta de un colegio y anunciar que se reparten caramelos gratis para todo el que quiera. ¿Cuánto duraría el negocio? La entrada masiva y descontrolada de inmigrantes en España, unido al sistema de bienestar, es insostenible. Sería insostenible en cualquier país, pero para mayor inri España está endeudada hasta las cejas y tiene una tasa de paro del 20%.
Ahora me toca hablar de lo que no es tan católico en VOX. En su programa electoral VOX dice que defiende la vida, y esto podrá contentar a algunos católicos incautos, pero para el que ha seguido la política española en los últimos años, debo decir que no significa NADA. El PP (Partido Popular) también tenía en su programa electoral la defensa de la vida bajo Mariano Rajoy, y demostró ser tan pro-vida como el mismísimo Rey Herodes. Una cosa es decir en abstracto que defiendes la vida; otra cosa bien distinta es hacer algo al respecto. Reconozco cierto cinismo respecto a este tema, porque me he llevado tantas decepciones con los políticos que prometían luchar a favor de la vida y luego defraudaron completamente. Además, cuando le han apretado a Santiago Abascal, presidente de VOX, sobre este tema, sus declaraciones han sido muy ambiguas. Está claro que para él acabar con el aborto no es algo prioritario. Es triste, pero hay que decirlo: hablar en contra del aborto le puede causar muchos problemas a un político en España, y le aporta poquísimos votos. La realidad es que para la inmensa mayoría del electorado, NO ES UN TEMA IMPORTANTE. Por ende, los políticos, al ser un reflejo de la sociedad, tampoco dan importancia a la defensa de la vida. Como mucho dicen algunas frases altisonantes, sin comprometerse a nada concreto. Espero equivocarme, pero no creo que VOX haga nada efectivo en contra del aborto cuando alcance el poder.
La otra crítica que tengo en contra de VOX es su liberalismo. Hoy en día en España es muy difícil que un partido político no sea liberal, porque el liberalismo ha calado hasta todos los niveles de la sociedad. Hablo en el sentido original del término; es decir, la ideología que surgió a partir de la Revolución Francesa de 1789. Este liberalismo clásico ataca principios católicos que en su conjunto se pueden llamar el Reinado Social de Jesucristo. Por ejemplo, la confesionalidad del estado es una doctrina que la Iglesia Católica defendió desde 1789 hasta el Concilio Vaticano II. Con este concilio calamitoso, llamado por sus propios promotores "la Revolución Francesa en la Iglesia", el liberalismo pasó de ser herejía a doctrina de la Iglesia oficial. Sin embargo, la verdad es inmutable y cualquier católico debe saber que lo que antaño era una ofensa a Dios, hoy lo sigue siendo. Respecto al liberalismo, dice Abascal:
Nuestra identidad y la de toda Europa es cristiana y eso hay que preservarlo porque nuestros valores son superiores y dignifican al hombre... La separación entre Iglesia y Estado es un principio netamente cristiano.
No, la separación entre Iglesia y Estado es un principio netamente masónico. Este error literal está condenado en el Syllabus de Pío IX de 1864.
En cierto sentido, puedo perdonar a VOX el liberalismo que padece, porque en este caso hay que dar el beneficio de la duda. Si los propios obispos y el Papa, en lugar de predicar sobre la necesidad de que los estados reconozcan la soberanía de Jesucristo, predican errores liberales, ¿cómo vamos a exigir que los políticos lo hagan? Es muy posible que el Sr. Abascal jamás haya oído la verdadera doctrina tradicional, que sea un hombre de buena voluntad, buscando hacer el bien a su alcance.
Esto me lleva a considerar la posibilidad de que un católico apoye a VOX. Pienso que en la política, a diferencia de la religión, hay que ser flexible. La política no es una cuestión de dogmas, sino de hacer lo que uno pueda en una situación determinada. Hay veces que todas las opciones son malas; en estos casos hay que elegir la opción menos mala. Si absolutizamos la política, como si habláramos de verdades de fe, será imposible cualquier movimiento efectivo contrarrevolucionario. Deberíamos aprender de los malvados, que "son más astutos de los hijos de la luz", como nos advierte Nuestro Señor. Ellos no se quedan cruzados de brazos porque no consiguen de un plumazo todos sus objetivos; no renuncian a la actividad política porque no hay ningún partido lo bastante radical. En cuestiones morales hemos visto como van pasito a pasito, minando los cimientos de la sociedad católica, como un goteo constante que acaba por horadar la roca. Si nosotros queremos revertir los "avances" de los progresistas, debemos empezar por algún sitio, no desde la meta. La meta habrá que tenerla siempre en mente, pero luego hacer lo que es factible en cada momento.
Santiago Abascal, presidente de VOX |